Festival de Horrorvisión

Llego a casa después del partido. Pongo la tele. Canción número nueve. Armenia en el escenario. Dos intérpretes con una especie de turbantes que me recordaban bastante las tulipas que lucían las lámparas de las mesillas del dormitorio de mi abuela. Infumable el repertorio. Luego, el turno corresponde al país anfitrión. Rusia presenta a una chica vestida "a la griega", con un traje blanco, parecido a una toalla después del baño. Termina gritando en el escenario, como desesperada. Azerbaijan opta por un dúo, en el que la chica es una monada, pobre en telas y rica en pechugas.

Imposible ver un cuarto país. Mucho menos esperar a la anunciada Soraya. Me parece increíble que haya espectadores que se traguen esta sobredosis eurovisiva. Eso es fidelidad o "aguantoformo". Pasa lo mismo en Anoeta. Lo de ayer me pareció infumable de principio a fin. Ya sé que se suman los tres puntos, que seguimos con más posibilidades que probabilidades y que las matemáticas, y que el parchís de la Inés…Lo que quieran.

La Real logra diez puntos de los últimos doce y, por ahora, no le valen para recortar, porque los rivales no ceden, aprietan y se muestran solventes. El fútbol de los guipuzcoanos es lento y soso a reventar. Con balón y sin balón. Los últimos dos encuentros me han dejado plano como una meseta árida. Supongo que a los espectadores, a los fieles feligreses del beaterio, les pasa lo mismo. Incluso, es muy probable que decenas de ellos se perdieran el gol de la victoria, porque entendieron que éste no iba a llegar y que la capacidad de soportar el tedio rebasaba con creces los límites de la tolerancia.

A veces me pregunto si no necesitaré un psiquiatra, porque me pongo malo cuando oigo al entrenador. Bajo a la sala de prensa con una idea, con una sensación de lo que he visto. Luego, habla el técnico de flores y pájaros, de dominio y ocasiones, de suerte en el gol pero no en la victoria, de tratar de no hacerse reproches, de los pases hechos con criterio ("si los haces lentos parecen malos"), de… Si Rivas no salva un gol en la raya, a esta hora a lo mejor ya no quedaban matemáticas.

Esta semana hemos soportado un tsunami mediático, un atropello multitudinario, una entrega de banderas, alguna reunión importante. Hemos hablado de un museo. Ganó la Copa el Barça. Se produjo un recibimiento colorista. Mi sobrina Carlota es elegida cantinera en el alarde tradicional y hoy juega el Real Unión. Son cosas que me entretienen y me ayudan a superar estos partidos de horrorvisión. El de ayer lo fue "cum laude".

Nota.- Me perdí a la representante española en el festival. Entre no sé cuántos países, TVE quedó la penúltima. ¡Vaya semanita!