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El formato de Copa

Ahora que estamos metidos de lleno en la competición de Copa se vuelve a poner de manifiesto que el formato de la misma es muy mejorable. El Portugalete, por ejemplo, se ha dejado en el camino kilómetros, esfuerzos, hombradas y machadas para poder mirar de frente a un equipo que le saque de pobre. Después, como digo, de tanta entrega el bombo le equiparó con el Getafe, que parece más castigo que premio. Para dar color al partido de esta noche han debido poner precios antiguos para que La Florida viva jornada de gala.


Al Real Unión le ha podido pasar lo mismo. Todo le sabe a poco después de la fortuna que supuso hace un par de temporadas medirse con el Madrid y eliminarle. El Sevilla, al margen del resultado, no llevará a Gal mucha más feligresía de la habitual en noche que se anuncia gélida. Mañana la Real recibe al Almería sin que la cita coquetee mucho con el glamour. Y qué decir de la visita del Alcorcón dentro de un par de semanas cuando los de Anquela acudan a San Mamés.

Aquí, los únicos que echan cohetes son los equipos que se miden al Barça y al Madrid. Estos, en función de la entidad del rival, acuden muchas veces con equipos caricatura y desaniman a los aficionados que sueñan con ver de cerca de a los mediáticos. Los catalanes no llenaron ayer el Alfonso Murube de Ceuta, ni el Madrid La Condomina.

Soy adicto al sistema inglés. Allí la Copa no tiene miramientos. La disputan todos y los grandes deben demostrarlo que lo son. El sistema de competición es de eliminatorias directas a un partido, dentro de un cuadro general de competición en el que participan todos los clubes. En caso de empate, se juega un partido adicional en campo del equipo que haya sido visitante en el primer encuentro. Otra igualdad en goles implica que el paso a la siguiente ronda es para el equipo que haya marcado más goles de visitante. Si la paridad persiste hay lanzamientos de penaltis. El campeón consigue un puesto en la siguiente edición de la UEFA Europa Liga. Además, disputa la  Community Shield  contra el ganador de la  Premier League de esa misma temporada. Lo saben todos y nadie lo discute.

 

Iñaki de Mujika