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Kaiku agarra el mástil

Estamos donde solíamos. Ha pasado un año y casi podríamos contar la misma historia, con los mismos protagonistas e incluso aspirantes. Me refiero a la bandera de La Concha que, salvo imprevisto, cuenta con dos candidatos reales. Kaiku y Bermeo Urdaibai están más cerca que los demás.

Les distancian a esta hora cuatro segundos que en remo pueden ser minucia o enormidad. El mar y las circunstancias determinan una u otra posibilidad. En principio, Kaiku es el grupo más fuerte y el mástil de la bandera lo agarra con las manos. Si no logra el triunfo final será sorpresa y quizás un error de ellos más que acierto de los demás.

Ambos están en la tanda de honor, junto a Tirán y Hondarribia que entre sí se llevan lo que dura un estornudo. Estas dos tripulaciones bogarán como las “otras mejores” el próximo domingo junto a las dos vizcaínas. Las cuatro precisamente ocupan los cuatro primeros puestos de la liga ACT, lo que confirma el valor de la misma.

Pese a la entrada de Chapela entre las clasificadas, la competición regular marca pauta y tendencia. Es decir, las mejores confirman que en una regata atípica pero muy importante, el reparto de papeles sigue siendo el mismo.

Los equipos se preparan una barbaridad. Hacen los esfuerzos que haga falta para mejorar las prestaciones. Este año se puso de moda una trainera que han dado en llamar “platanito”.

Unos, que han contado con recursos, para adquirirla, la han utilizado en unas circunstancias para que los tiempos fueran mejores y pudieran ganar banderas. Otros o no han podido o no se han decidido, aunque todos en los momentos trascendentes han preferido competir con la última adquisición.

Quedan ahora unos días para la gran cita y dos semanas para que termine la temporada. La mayor parte tienen los deberes hechos y sólo queda poner la nota. Dos cuadrillas quieren conseguir matrícula de honor o sobresaliente cum laude.

Otras dos aspiran al sobresaliente que sigue siendo una nota magnífica. Pero quedan los miedos y temores que conlleva pelear por mantener la categoría o perderla. Los campos de regateo de Bermeo y Portugalete en una semana dictarán la sentencia. Pero esa será otra historia con otros protagonismos.

 

Pero antes se resolverá La Concha. Otra vez un mano a mano entre Kaiku y Bermeo, enemigos irreconciliables. Se animarán los apostantes porque hay juego. Cuatro segundos permiten hacer cálculos y optimizar los recursos arriesgando.

 

Estamos ante una regata hermosa, seguro. Y eso lo agradecen los aficionados que siguen siendo un valor añadido al espectáculo.

 

 

 

 

Iñaki de Mujika