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Alex Rins, pecado de juventud

Una mañana de domingo, tras los trajines de los sábados, suele tener en mi caso bastante de quietud y tranquilidad. Mientras tecleo, por ejemplo, este comentario, está la televisión encendida, bien con transmisiones en directo o con algún partido del pasado reciente que repiten. Lo último se centraba en el circuito de Alcañiz donde se encontraban las motos y sus miles de seguidores.

En mi vida he acudido a uno de estos circuitos, pero reconozco que hay mucho público que disfruta con la competición. Vi  la carrera de moto 3, la primera de la jornada, en la que además de Efrén Vázquez, se daban cita todos los aspirantes al título.

Se impuso un piloto que atiende a Alex Rins. Sentí curiosidad por él después de la entrevista en meta. Reconoció que el directo rival era mejor que él en las curvas y en la salida de las mismas.

Explicó cómo se la había jugado en la recta, en donde coincidió además que al contrario no le entraron las marchas en el momento decisivo. El chaval estaba muy contento, radiante. Busqué en la Wikipedia los datos de su biografía. Diecisiete años de este catalán de Barcelona.

Sorprende que deportistas tan jóvenes asuman semejantes riesgos en los circuitos. Son muchos y todos sueñan con llegar a la principal cilindrada. Es la competencia servida a lo bestia desde el inicio de sus prometedoras carreras.

Rins lleva ganadas este año cinco pruebas, Cuenta con un equipo y patrocinadores. Dicen sus cortas biografías que conoció las motos cuando apenas contaba con seis años. Se supone que por culpa de sus padres. Traté de descubrir este dato en su página web, pero la respuesta al tratar de abrirla es que se encuentra en boxes.

Es ahí donde se cuecen y escriben historias. Le gusta Valentino Rossi, al que tiene por ídolo. Un espejo en el que mirarse. Hermoso sin duda que reconozca que los demás son mejores, Desde la humildad también se consiguen victorias. En el circuito Motorland superó a los favoritos Viñales y Márquez y se acerca al liderato que defiende Luis Salom, todos en un puño. Las carreras son espectáculo y el público disfruta con ellos. Por curiosidad busqué el precio de las entradas que van desde los 55 hasta los 110 euros según tipo de grada. Cada deporte vive su mundo y te descubre personas con ilusiones, proyectos y confianza en sus fuerzas. ¿Pecados de juventud?

Iñaki de Mujika