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El valor de lo inesperado

El encanto de lo inesperado añade un plus a la alegría. Eso pudiera decirse a esta hora de los seguidores de la Real Sociedad. Nadie, por muy optimista que fuera, pudiera pensar antes de las pasadas navidades que los guipuzcoanos concluirían en cuarta posición al final de la liga y que, por ello, disputará la previa de Champions en un par de meses.

La segunda vuelta de los de Montanier ha sido para enmarcar, sobre todo cuando en la primera anidaban las dudas en el entorno y el propio técnico francés no contaba con el apoyo popular.

Los gritos de “Monty kampora” no eran pocos y recogían el hartazgo de un sector de seguidores por las alineaciones que disponía y el juego que desarrollaba el equipo. Fue un partido en Málaga el punto de partida para el cambio. Las lesiones y las ausencias le obligaron a disponer un once inicial, poco habitual, pero que se parecía bastante a lo que la gente anhelaba, dentro y fuera de la entidad. Como el encuentro se saldó con victoria, las cosas cambiaron obligatoriamente y el caminar del equipo, también.

A medida que las jornadas pasaban y el conjuntaba se comportaba con rigor y oficio, los objetivos fueron creciendo. De mantener la categoría se pasó a soñar con una competición europea. Cuando la Europa League dejó de ser una utopia, se pasó a soñar con el cuarto puesto que conducía a la Champions. Se convirtió en una ansiosa ambición.

Una derrota en Getafe y el empate en casa ante el Granada lo alejaron, pero a partir de ahí, el equipo reencontró el camino anterior y terminó en La Coruña.

El resto de la historia se la conocen y el final feliz también. No hace demasiado tiempo el club militaba en Segunda División, con una crisis económica de preocupar y con un futuro poco halagüeño. A esta hora se han superado con creces todos los retos. El futuro está por delante. Cambio de entrenador tras la salida de Montanier, refuerzo de la plantilla para afrontar las nuevas exigencias, e ilusión que es algo que nunca debe faltar. Esta vez la han puesto los seguidores que se han organizado maravillosamente y han sido algo más que meros comparsas en el éxito..

 

 

Iñaki de Mujika