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El podio de Euskaltel

Las redes sociales nos ayudan a recibir en un segundo noticias del mundo y de las personas que lo habitan. Si nos referimos al deporte, compartiremos con ellos lo que los practicantes deseen. Suele suceder con los ciclistas que después de una etapa en la que llegan reventados, cuentan las sensaciones y el cansancio que les domina y además analizan actuaciones individuales y como equipo.

El sábado, después de la etapa del Angliru, el corredor de Euskaltel, Jorge Azanza, muy activo en twitter y Facebook, escribía:

 

A mimir!!! Con la sensacion d haber sentido el calor y apoyo de toda la aficicon! gran trabajo de todo el equipo!! Increible, gracias, gracias y gracias!!! Que apoyo!! Manteniendo por equipos y mañana si no cambia subiremos al podium como ganadores por equipos, Será historia en el ultimo año del equipo!! Un abrazo grande y lo siguiente espero que sea la foto del podium!!! Eskerrikaskooo!!!!.

Y en efecto fue la foto del podio.. Foto inédita porque no es habitual ver a la muchachada naranja ganar esa clasificación. A los ciclistas del equipo les ha pasado de casi todo. En poco tiempo, desde la decepción y el desánimo a la esperanza y al futuro inmediato menos incierto. Será casualidad, pero en cuanto se supo que los contratos estaban garantizados y que un proyecto nuevo recogería la herencia del actual, la cabeza de los corredores se dedicó en exclusiva a pensar en la carrera.

Muchas escapadas protagonizadas, respuestas positivas de los corredores y victoria colectiva que recoge mejor que nada la acepción de que la unión hace la fuerza. No es manco subir al podio ganando la clasificación que resume la cohesión del grupo y el cumplimiento de las tareas compartidas. La gente habla de Horner, Nibali, Valverde o Purito, pero este equipo nuestro que las ha pasado de a kilo merece cuando menos el respeto al comportamiento y a la actitud que les ha permitido decir con orgullo: misión cumplida.

Como escribía Jorge Azanza, será historia, historia larga y jalonada de un montón de momentos que terminaron por conseguir de la afición un apoyo incontestable. Ahora, desde la tristeza del adiós, serán muchos los que piensen que mereció la pena.

Iñaki de Mujika