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Verde que te quiero verde…

3ª jornada de Liga. Real Sociedad-Real Murcia (2-0)

Me gustan los partidos en sábado y a las ocho. La sesión de sofá se hace larga. Primero, un majestuoso Liverpool-Manchester. Luego, la exhibición de Contador en El Angliru con la torta de Igor Antón en la bajada de “El Cordal”. En medio, tenis femenino, noticias de los Paralímpicos y el Éibar en un poco accesible Alcoraz. Todo, antes de nuestra cita obligatoria.

 

 

Clemente nos obsequió de salida con un cerrojo digno de las mejores épocas. Sentó junto a él a los Aquino, Iván Alonso y Despotovic. Para ver venir y decidir más tarde. Lillo, que dispone de menos catálogo para elegir, se decidió por Moha, sin variar un ápice su idea. Sin mirarse, ni saludarse, de banquillo a banquillo, dos tendencias, dos formas de interpretar, dos necesidades.

 

La Real debería haber sentenciado antes del café reparador del descanso, porque dispuso de oportunidades suficientes como para crear preocupación y poca esperanza en las filas pimentoneras. Elía evitó que las cosas fuesen fáciles para la Real. A la vista de los acontecimientos y de la pinta que el encuentro ofrecía, el Murcía incorporó delanteros y buscó los dominios de Zubikarai, una actuación por cierto de sobriedad y acierto, como las de González, Labaka, X.Prieto, Díaz de Cerio…el equipo.

 

En el ir y venir, Pino Zamorano se despistó bastante. Sus criterios de medida e interpretación de las faltas son tan sui generis que tengo la impresión de que su arbitraje fue flojo de narices. Apareció Díaz de Cerio con una jugada que certifica su olfato. Balón a la red y a casa, porque las huestes guipuzcoanas cerraron el partido. El técnico ofreció a la grada el debut de Nekati. Todos contentos, porque callandito, sin ruido, llevamos siete de nueve.

 

Para terminar, aún me pregunto por qué el Murcia que viste de rojo como los ratones coloraos, salió de verde como Peter Pan, cuando visitaba a Campanilla. Verde, lo que se dice verde, sólo hay uno. Bogará esta mañana en La Concha. Ese verde sí que me gusta. Verde, que te quiero verde…

Iñaki de Mujika