Iñaki de MujikaLa UCI acaba de anunciar la lista de los quince primeros equipos y el ranking deportivo lo que supone que esas entidades acceden al World Tour. Para que ello sea posible, las formaciones necesitan contar con buenos corredores, es decir, ciclistas que hayan ganado pruebas. Esos triunfos conllevan puntos. La suma de ellos permite establecer la clasificación.
En esta época los equipos realizan fichajes determinantes. De ahí la sorpresa bien guardada del Lotto Ridley que se ha ido a buscar a Irán un ciclista, el número uno de Asia las dos últimas temporadas, y que atiende por Mehdi Sphrabi, desconocido para todos nosotros en estas latitudes, pero que en su continente ha demostrado ser un grande, ya que es el actual campeón. Es obvio decirlo, pero los puntos de aquí valen igual que los de allí y viceversa. De ahí la maniobra redonda, bien diseñada por Lotto,
Por eso, la formación belga de Marc Sergeant que con los puntos de Greipel, Van den Broecky compañía no llegaba, con los del corredor iraní se sale y aventaja a otros aspirantes como Euskaltel al que con su actual plantilla no alcanza la cifra de quienes ya están en la lista. Quedan tres plazas por adjudicar.
Las fusiones de algunos equipos, las dificultades de otros por conseguir el dinero para competir y los eternos aspirantes dejan llamando a la puerta a varias formaciones que disponen de buenos ciclistas. Además del cuadro naranja, AG2R por ejemplo, ha sido uno de los perjudicados por la habilidad del Lotto por fichar. Ha contratado corredores de cierto renombre pero no le ha sido suficiente.
Esta dinámica es peligrosa, porque los equipos que aspiran a promocionar a jóvenes corredores, exentos de historial y puntos, aquellos que no disponen de grandes recursos, están claramente en desventaja, perjudicados. Incluso, grandísimo ciclistas, gregarios, con un trabajo espectacular a favor de los compañeros que luego ganan, no consiguen aportar puntos a la causa que ahora determina. A la vista del plan actual, la UCI no parece enterarse y si lo hace se preocupa bien poco por ciclismo de promoción. Un joven corredor que llega sólo suma voluntad y esperanza, pero eso no se tiene en cuenta o vale poco. Si el futuro está en ellos y no cuentan, el riesgo es evidente.
