Iñaki de MujikaAlberto Contador convocó a los medios hace siete meses cuando se supo que en su cuerpo había restos de clembuterol. Acusado de dopaje, lo negó todo. Trató de explicar al mundo que la culpa era de una carne comprada en una acreditada carnicería del mercado de Irún. En aquella comparecencia amenazó con retirarse si le castigaban, porque propagó a los cuatro vientos que era inocente y que no aceptaría "ningún tipo de sanción". El tiempo ha transcurrido en medio de pruebas, documentos, expedientes y declaraciones de unos y otros, hasta que finalmente se ha conocido la propuesta de resolución de la Federación Española sobre su positivo en el último Tour de Francia de 2010.
El ciclista de Pinto dispone ahora de un plazo de diez días para presentar alegaciones contra el fallo que le condena a un año de sanción. Es el tiempo que debe esperar para conocer el dictamen definitivo. Si la sanción se eleva a definitiva, Contador perderá el triunfo en la ronda gala y Samuel Sánchez será tercero en la clasificación final de la carrera.
La Unión Ciclista Internacional (UCI) y Agencia Mundial Antidopaje (organismo que efectuó el control en el que dio positivo) también podrían apelar la resolución, ya que estiman que la sanción de Contador debería extenderse a dos años. Como el ciclista no acepta nada, probablemente recurra también. Lo sabremos en la rueda de prensa convocada para este viernes.
En ninguno de los informes científicos se logra probar que el clembuterol proceda de un filete contaminado, pero el comité ha determinado que la sanción sea sólo de un año porque considera que no hubo dopaje. Cuesta convivir con todos estos procesos, pero da la sensación de que esto no ha hecho más que empezar y que se cortará más tela. Si todo acaba como está, cosa difícil de creer, Contador iniciaría la sanción a partir del 24 de agosto pasado que fue cuando se le notificó el positivo. Si así fuera, se perdería todas las pruebas importantes del año 2011 salvo el campeonato del mundo.
