La mañana de los sábados me gusta pasarla paseando por las calles de los pueblos y visitar mercados. Ayer me decidí por Tolosa. Allí, en la Plaza del Triángulo, exponen todos los productos los caseros y caseras que bajan desde sus "baserris" para ofrecer lo mejor de su trabajo. Es una tradición que congrega a muchas personas. Dan vueltas por los pasillos para comprobar a qué precio están las cosas, cuáles son las novedades…Hacía frío, pero el mercado tiene dispuestos unos calefactores que hacen más agradable la estancia.
Como era previsible no volví de vacío. Es época de alubias rojas. Todos de acuerdo en el precio: 10 euros el kilo y todas la misma buena pinta. Elegí un puesto del que también me llevé unos huevos de caserío y una escarola. En un puesto de queso probamos varias opciones y elegimos uno de Urbasa, ni muy curado, ni imposible de tomar. Punto medio. Las manzanas de Errezil tienen bien ganada su fama. Es la época. Tampoco pasé de largo. Medio kilo y además una cajita de dulce de manzana.
Visité Usabal, el polideportivo formidable de la villa foral. No falta de nada. Incluso cuentan con un Centro de Tecnificación Ciclista que de la mano de Iñaki Arratibel debe aportar muchas cosas buenas a los que practican este deporte, profesionales y los que no lo son. La jornada era fresca y brumosa. Me salió de dentro un antojo de alubias rojas. Los cinco que compartimos mañana no le hicimos ascos. Subí al Restaurante Frontón con la idea de reservar mesa. La idea era buena, pero la respuesta, no. El bueno de Roberto Ruiz está que se sale y no disponía de una sola mesa libre.
Pensando en otras opciones, pronto surgió Astigarraga. "Goiko-iturri" podía tener alubias. Llamadita. Un "sí" y una inmediata reserva. A las dos y media de la tarde, llegó a la mesa un puchero de barro con su correspondiente cucharón. Antes, unos choricitos a la brasa para hacer boca, y, luego, los "sacramentos" (berza y morcilla). Generosa la ración, pudimos repetir. Con un crianza de la Ribera de Duero, nos pasamos a las chuletas compartidas. Ricas, hechas en su afamada parrilla. Como siempre, en el postre no hubo unanimidad: sorbetes, queso, nueces, flan… Café y pacharanes. ¡Qué buen sábado!.
Por cierto, como detalle de interés, al lado del caserío Goiko-iturri, existe una magnífica fuente y una estela funeraria, que fue encontrada muy deteriorada al realizar una serie de obras. Se aparca en la misma plaza. Allí se encuentra el Ayuntamiento (S.XVII) y un hermoso frontón.
Datos de la ubicación:
Asador Goiko-iturri
Foru Enparantza, 11 (Ayuntamiento)
20014 ASTIGARRAGA
Tfno.- 943 557867