No soy supersticioso. Ese día de noviembre de 2007 me tocó hacer camino hacia Arrasate-Mondragón. En esa población nació, creció y se desarrolla un movimiento cooperativo sin precedentes. La villa guipuzcoana respira gran industria, aglomeración de empresas, a cuyo alrededor gira la vida urbana y el negocio.
El barrio de Garagarza (Garagarza Auzoa) es uno de los pocos remansos que huelen y respiran tranquilidad en la urbe cerrajera. Arriba en lo alto está el Caserío Arteaga, con cinco siglos de vida a sus espaldas. Hoy es un restaurante, con habitaciones, (casa rural) que sólo tiene un problema: la señalización. Sugerimos que en las proximidades se instalen letreros que permitan llegar. El que no conozca el sitio no lo tiene fácil.
Nos juntamos diez a comer. Los ciclistas Markel Irizar y Aitor Galdós (Euskadi), junto al "ex" Iñigo Chaurre. Otro "ex" Félix Sarriugarte, que entrenó al Athletic, se atrevió a venir. Por primera vez desde su cese, atendía una llamada de un medio de comunicación. Contó parte de su experiencia en Primera y le dio ánimos a un joven técnico Igor Arenaza, hoy máximo responsable de la UDA de Aretxabaleta, un Preferente en el que disfruta. En este lugar no podía faltar Mikel Etxabe, el lateral zurdo del Éibar. Trata de superar su lesión y la intervención quirúrgica de sus cartílagos. Si Bittor Arriarán "la fiesta" es menor. Preside la peña de Aitor López Rekarte. Jonatan Pérez, campeón de Euskadi de pértiga, con más de cinco metros en su marca, viene por primera vez a uno de nuestros "saraos", tratando de salir de sus lesiones en el Talón de Aquiles.
En Arteaga hay muchas cosas buenas. Buen parking, hermosa vista y experiencia. Muchos empresarios y trabajadores coinciden allí cualquier mediodía. Corbatas y buzos al mismo tiempo. Esa es una grandeza. Menú del día o carta. Lo que quieras. Bodas, bautizos, reuniones de empresa o de familia. Hay sitio para todo, porque el lugar lo permite. Incido, igualmente, en el buen servicio. Gente amable y atenta.
Nos sentamos en uno de los comedores privados. Abrimos boca con unas anchoas muy ricas, por su sabor y por el del aceite que acompañaba. Imposible no rebañar el plato con pan. Pimientos rojos de piquillo, asados y fríos, como aderezo. En esa línea, una ensalada de bonito, cebolla, tomate, bien equilibrada. Txangurro al horno. Merluza rebozada y Chuleta para concluir el menú antes del postre. Todo en la línea de la casa. Seguridad y ningún miedo a equivocarte, porque el producto es de nivel y la mano en la cocina no lo estropea.
Saben que un popurrí de tartas y helados de la casa sienta siempre bien. Los deportistas son muy agradecidos. Nosotros, también. Un poquito de esta y otro poquito de aquella van cayendo las dulces opciones. Café, sin copas. Nadie se pasa un centímetro, aunque en la comida el tinto fue bien aceptado. Cometí un error imperdonable porque no apunté la marca del vino y así es imposible nominarlo en esta sección. Estaba rico.
No es la primera vez y espero que no sea la última que acudo a Arteaga. Incluso, he subido con amigos antes de ver un partido de fútbol en el viejo campo de Atxabalpe, muy cercano al lugar. Y digo viejo, porque los arlequinados han estrenado "Mojategi", la nueva ubicación justo a la entrada de Arrasate. Aquel día, frío y lluvioso, sólo tenía un antojo: alubias. ¡Aún, no se me han olvidado!.
Datos de la ubicación
Restaurante Arteaga
Caserío Arteaga. Baserria
Barrio Garagarza. Garagarza Auzoa.
Arrasate-Mondragón
Tfno.- 943-711881
www.arteagalandetxea.com