Iñaki de MujikaNoruega acoge una nueva edición del Campeonato de Europa de Balonmano. El país anfitrión cobra en este caso una especial relevancia, porque lo que allí suceda marcará muchos pasos de los próximos Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Los mejores equipos se van a dar cita en esta competición que ocupará del 17 al 27 de este mes de enero a las selecciones participantes.
Once días para dilucidar un título. Para conseguirlo habrá que disputar un total de ocho partidos. Es decir, que quien logre la corona será sometido a un auténtico maratón. Demasiada exigencia física y psicológica para unos jugadores que llevan tute acumulado, tanto en las competiciones domésticas como en la Champions que, con nuevo y más exigente formato, ha aumentado el número de encuentros a disputar por los clubes. Un auténtico disparate al que nadie quiere poner freno. Así las cosas, todos asumen la fórmula.
La competición se divide en cuatro grupos:
Primera Fase. (Todos contra todos)
Grupo "A": Croacia, Eslovenia, Polonia, Rpca. Checa
Grupo "B": Dinamarca, Rusia, Noruega, Montenegro
Grupo "C": España, Alemania, Hungría, Bielorrusia
Grupo "D": Francia, Islandia, Eslovaquia, Suecia.
Los últimos clasificados de estos enfrentamientos quedan eliminados. La segunda fase se disputa en dos grupos. Grupo 1 (Stavanger), para los seis conjuntos de los iniciales "A" y "B". Grupo 2 (Trondheim), para los otros seis clasificados de los iniciales "C" y "D". En ambas sedes se disputarán tres encuentros. La clasificación resultante permitirá que los dos primeros de cada sede se crucen en semifinales. Los ganadores optarán al oro. Los derrotados, al bronce de la tercera plaza. El resto de equipos compondrá los emparejamientos necesarios para completar la clasificación del 5º al 8º puesto.
Este es un deporte en el que no existe el mando único de una selección. Basta decir que esta cita de Noruega reúne al campeón olímpico (Croacia), mundial (Alemania) y europeo (Francia), y sirve de presentación en una competición internacional a Montenegro, tras independizarse de Serbia y eliminar a Portugal.
Entre las selecciones aspirantes, además de las citadas, debe aparecer Suecia, ausente en las últimas citas pero que, después de doblegar a Rumania, recupera plaza. Noruega, anfitriona, contará con el favor del público y, si los árbitros actúan como en el Mundial de Alemania, serán de la partida de "outsiders". El papel de España se antoja reservado. El seleccionador Pastor ha apostado por la juventud, por los cambios. Un poco, obligado por las circunstancias, y otro poco, por el deseo de incorporar nuevos valores. Lo más grave en las última horas (Torneo de Ciudad Real) viene por la confirmación de la baja de David Barrufet quien, lesionado en un gemelo con rotura de fibras, se perderá el campeonato. Sensible y preocupante ausencia del capitán, básico dentro y fuera de la cancha.
Rolando Uríos, Garralda, Juantxo Pérez, Victor Tomás…entre otros, constituyen alguna de las notorias ausencias. Gracias a ello disponen de una nueva oportunidad dos de nuestros jugadores: los irundarras Julen Aginagalde y Asier Antonio, a los que se une el mutrikuarra Ion Belaustegi, felizmente recuperado de sus problemas físicos. Ellos tres constituyen la representación vasca en este europeo.
En el horizonte asoma la necesidad de ganar. Un triunfo garantiza la presencia en los Juegos de Beijing. En todo caso, queda en el camino la oportunidad de un preolímpico que, en el caso de España, será su última oportunidad. Los aficionados a este deporte deberán pasar por taquilla si quieren ver el campeonato, porque el canal digital de pago se ha hecho con los derechos de transmisión de este europeo de Noruega 2008, circunstancia que ha motivado sonoras disidencias, incluida la de Jesús López Ricondo, presidente de la Federación Española.
