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La frase tonta de la semana…

Olía a chamusquina antes de empezar el partido. Mandiola sabe más que los ratones coloraos y su comparecencia previa ofrecía algunas pautas para el divertimento. Rajadita a costa del mandatario rival, anuncio de intenciones de su formación y oferta de varios cambios en su alineación que luego no se produjeron como era previsible, porque saltó al campo con su "equipo tipo". Las virtudes de siempre. Entrega, lucha, pundonor y arrojo, unidos al buen quehacer de jugadores notables con Lluis Codina marcando la pauta y tratando de sorprender a un Riesgo que sigue siendo un cheque al portador en las menguadas cuentas de los realistas.

Hemos vuelto por donde solíamos. Es decir, al aburrimiento de pases hacia atrás, o patadones adelante, con poco sentido y menos peligrosidad. El empate de Díaz de Cerio fue un bálsamo, porque unos minutos más sin igualar, a estas horas hablamos, igual, de algo peor. La Real jugando así no sube. Y eso no es meter presión, sino hablar de realidades. El equipo parece que anda más que corre. Lento en los procesos carece de decisión para pisar la zona de conflicto y no crea ocasiones de peligro. Ayer, en el primer tiempo, un corner. Luego, nueve, pero sin remate.

Salimos de enero con sobresaltos. Elección de nuevo consejo, fichajes fallidos, fichajes conseguidos, desavenencias…No es fácil convivir en un escenario que ha perdido el encanto de las últimas semanas en las que el equipo ganaba sus partidos. Ayer nos instalaron uno en Anoeta sobre el que cantaban, es un decir, dos amables señoritas vestidas de blanco que es color de pureza. Una de sus versiones acribilló a "La Quinta Estación", ese grupo que me mola y que ha puesto en las listas de éxito una obra que me encanta: "La frase tonta de la semana".

Me está costando seguir el paso a esta Real. No es fácil. En el campo no se muestra superior ante un rival humilde. En los despachos anda a su bola. La margarita de Zurutuza ha sido incomprensible. Hoy, por aquí. Mañana, por allí. La semana anuncia comparecencias y en ellas se producirán explicaciones. Convencerán o no convencerán, pero esperemos que ahí se acabe este paso que no sabemos a donde nos puede llevar. Se acaban los rumores de fichajes, se terminan los posibles y probables. Es la hora del equipo y de su esfuerzo. Hay mucha gente para recuperar el sentido que se ha perdido.

Que ayer se juntaran en un bocado unos cuantos con Badiola, Barriuso, Astiazarán y bastantes más es cuando menos una noticia positiva, si la normalidad además de un sustantivo es un objetivo irrenunciable.

(Este articulo se corresponde con el encuentro Real Sociedad-Eibar (1-1) disputado en Anoeta)

Iñaki de Mujika