Claudio Bravo dispone de una oferta para renovar su contrato como guardameta de la Real Sociedad hasta el año 2012. La noticia así, en frío, puede sorprender, pero analizada más en su conjunto ofrece interesantes derivas. Al final de la pasada temporada, Bravo salió al mercado, pero su condición de "extranjero no comunitario" impidió una solución favorable a los intereses de todos.
Claudio Bravo dispone de una oferta para renovar su contrato como guardameta de la Real Sociedad hasta el año 2012. La noticia así, en frío, puede sorprender, pero analizada más en su conjunto ofrece interesantes derivas.
Lo primero que debe decirse es que Claudio Bravo, portero internacional por Chile, vino a la Real de la mano de José Mari Bakero. Probablemente, la contratación más acertada de cuantas decidió. Al menos, por rendimiento. Bravo llegó al principio de la temporada 2006-2007. No jugó ninguno de los seis primeros encuentros de liga, en los que el entrenador Bakero optó por dar confianza a Riesgo. Fue precisamente en la séptima jornada, cuando el técnico propició el cambio en la portería.
El equipo empató en Mallorca (0-0) tres días antes de caer en Málaga en la Copa (4-1). El entrenador fue cesado y Bravo, a partir de entonces, contó con la confianza de Lotina que le mantuvo hasta el final de temporada. El descenso obligó a la directiva de entonces a adoptar decisiones, más económicas que deportivas. Bravo salió al mercado, pero su condición de "extranjero no comunitario" impidió una solución favorable a los intereses de todos.
Así las cosas, Bravo se quedó en la plantilla y Riesgo volvió a la portería. Ahí sigue, cumpliendo brillantemente su cometido. Es, por ahora, el meta menos goleado de la categoría y ofrece una sensación de aplomo y madurez que el equipo agradece. Por su parte, el meta chileno asiste con deportividad al proceso. Sin embargo, no "pasa" para nada de la situación. Su concurso en el banquillo es ejemplar y anima a sus compañeros como el que más.
Ahora, con esta oferta de renovación, recupera protagonismo. La propuesta alcanza hasta el 30 de junio de 2012. En poco tiempo, el meta chileno va a disponer de doble nacionalidad. Tramita la documentación necesaria para que esto suceda. Una vez que la consiga será considerado "extranjero comunitario". No ocupará plaza y las opciones de contratación aumentarán notablemente.
De este modo, la negociación, caso de salir conforme a los deseos del presidente Iñaki Badiola, lograría disponer de dos excelentes porteros. Cualquiera de ambos podría ser traspasado. La hipotética marcha de uno de ellos no incidiría en el nivel de la meta y el traspaso ayudaría a oxigenar la tesorería. Operación redonda.