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Quincha Corral (Hondarribia)

Acababa de llegar a casa, dispuesto a tirarme en el sofá y esperar la hora para ver un Barça-Schalke 04 que sinceramente no me molaba demasiado. Como aperitivo, también el Barça, pero de balonmano. En frente un Pórtland San Antonio, venido a menos. Este partido me cautivaba más. El móvil suena e identifica al autor de la llamada. Hace mucho que no hablo con él. Descuelgo y me ofrece un plan. Incapaz de decir que no, cambia notablemente el proyecto de noche televisiva que me esperaba. Necesitamos hablar mucho. ¡Es un deportista profesional y hasta aquí puedo contar!. Las conversaciones privadas lo son para siempre.


Nos queremos colgar una estrella, que nos ilumine. Nuestras conversaciones son casi siempre bastante profundas y largas. Michelín y su guía nos llevan hasta la Alameda de Hondarribia. El sitio nos apetece a los dos. Mesa discreta y calidad garantizada. El prestigio se lo gana en el tiempo un joven cocinero. Gorka Txapartegi  ha pasado por buenas escuelas, aunque la tradición familiar pesa. Le ha dejado en herencia viejas y seguras experiencias.

No dudamos. Antojo de jamón que precede al "Arroz bomba", un meloso con cintas de calamar que desaparece a velocidad de vértigo. Queremos otras dos medias raciones. El pescado se corresponde con lomos de salmonete. Un pichón delicioso, con suave compañía de humores y puré cierra el envite antes del postre. El vino lo elige él. Lee la carta y se decanta. "Quincha Corral".

Ay, madre!, pensé. ¿Por qué habré dejado que decidiera?. No me sonaba de nada. Uno que es muy de suaves y sencillos riojas, no está para sorpresas. Lo prueba. Da el visto bueno. El sommelier nos enseña la botella. Pertenece a Bodegas Mustiguillo. Eso lo sé, porque lo primero que hice esta mañana al abrir el ordenador fue buscar la historia de este vino. Confieso que no soy especialista en la materia. O me gusta o no me gusta. Mi nivel de conocimiento del tipo de uva no supera la tradición de Merlot, Mazuela. Chardonnay, Cavernet-Sauvignon, Garnacha, Tempranillo…Pero va, y resulta, que "Quincha Corral" es un producto con un 90% de Bobal. ¡Descubrimiento!.

Por añadir más sorpresa, hablamos de un vino con denominación de origen poco conocida: "El Terrerazo", terreno en el que se levanta la bodega y que corresponde a una zona de Valencia, ubicada concretamente en Utiel, pero que no pertenece a "Utiel-Requena". Me lo tomé con calma, moví la copa y di el primer sorbo. Sorprendente. Entra muy bien. Busqué la ficha y me encontré todo esto: "Nariz intensa, limpia, densa, con notas de fruta negra en sazón, acompañadas de fruta roja algo más fresca, notable peso de las notas especiadas, suaves tostados, con toques también de chocolate negro y tabaco. Aparecen también delicados recuerdos balsámicos".

Aunque me ocupara durante siglos, sería incapaz de descubrir todo ese mundo, interiorizarlo primero y contarlo después. Un gusto.

No les he hablado del postre, Optamos por unos laminados canutillos de chocolate negro, rellenos de chocolate blanco, acompañados de helado. Un par de cafés. Cerramos el restaurante. Llegué a casa, cansado, pero muy feliz. La conversación fluyó por los derroteros de ortodoxia que corresponde a las creencias y la heterodoxia de las ideas, tal y como las entendía Ortega y Gasset en su filosofía social.

Es obvio colegir que del resultado del Barça me enteré por teletexto y que el cambio de planes además de atractivo resultó mucho más provechoso.

 

Iñaki de Mujika