Calurosa tarde en Lerín

Recuerdo una llegada a Lerín (Navarra) de una etapa de la Vuelta al País Vasco. Les pedí a mis compañeros que me trajeran, hace un par de años, una lata de espárragos que ellos calificaban de "cojonudos" después de haberlos catado en mesa. "El agricultor" es la marca. Meses más tarde decidí visita la cooperativa. Cargué el coche de productos de la tierra, añadiendo a los espárragos, borraja, alcachofas, acelgas, pimientos del piquillo, setas, melocotón y algo más. Ya no queda nada.

He vuelto a Lerín. Esta vez para ver un partido de fútbol. O lo que sea. Osasuna y Real Sociedad han invadido de seguidores "La Romaleta" y de muchos euros las arcas del Lerinés, cuyo presidente estaba más contento que unas pascuas por la recaudación. El campo está en un alto de mil pares y la cuesta que conduce hasta él debería estar prohibida. Mogollón de grados, sol de justicia y sofocón para iniciar la tarde.

Me gustan estos partidos sólo por una cosa. Te encuentras con mucha gente que no ves a menudo. Iñigo Arriola y Manix Mandiola, ahora comentarista en la tele, Patxi Rípodas y familia, Manolo Malvido y familia, gente que te saluda…y luego los integrantes de ambos clubes. Directivos, técnicos y jugadores. Bastantes y sabrosas conversaciones que me orientan respecto de cosas que van a pasar en los próximos días relacionadas con la plantilla realista sobre todo. Conocí a Moha y Sergio, dos de los nuevos.  A Marcos espero verle esta semana en alguna de las tres citas que el equipo debe afrontar en su preparación.

Del partido voy a hablar poco, por no decir nada. Díaz de Cerio, al que por cierto de un mamporrazo le rompieron un diente, marcó al final el único tanto de la tarde. Dos equipos diferentes en cada tiempo, sólo repitiendo Zubikarai en la meta. Por ahí, en pocas horas, surgirán novedades. ¿Tal vez, una cesión?.

El primer periodo lo vi en grada de sol. Por eso, hoy tengo color de balandrista. El segundo, en zona de sombra, porque allí no había quien parara. Se agotaron las existencias de bebidas en los dos bares atendidos por seis personas cada uno. Y es que cuando la chicharra aprieta…

Tampoco voy a poner cara de mártir. La jornada se inició por la mañana en Zarautz, con el amistoso del Real Unión (0-3). Paró en Puente la Reina. Concretamente en "La Conrada" (Cogollos, chuleta y copa de la casa). No me atreví con las pochas, porque el día estaba pesadito, aunque en las mesas llenas de alrededor, hubo más valentía. Cerramos jornada en el estrenadoi y exitoso Café Irún que tanto se ha puesto de moda a la entrada de la ciudad.