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Los momentos de crisis…

Todo el mundo habla de la crisis y no de otra cosa. Las bolsas han proporcionado la peor noticia de la jornada con pérdidas escandalosas. Los analistas que conozco sugieren quedarse quieto y esperar. Como tantas otras veces. La mañana en la radio giró en torno al Ibex con declaraciones de los que se mueven entre números e inversiones. Dicen que fue el peor día de la historia bursátil.


La tendencia de alicaimiento afortunadamente cambió a las 13.05, cuando el sorteo de Copa otorgó al Real Unión un gordo navideño por anticipado. Alegría. El Real Madrid llenará Gal y la tesorería unionista recibirá la inyección que necesita. Los socios pagaremos y el resto del público, también. Y si encima alguna plataforma de televisión se decide a ofrecerlo, negocio redondo. El club se lo merece por todos los esfuerzos que hace por progresar. He hablado con Iñaki Berruet, el capitán al que le han bombardeado las emisoras de Madrid, lo mismo que al entrenador Iñaki Alonso. No pueden perder la cabeza ahora, porque necesitan ganar en La Coruña al Depor "B" este domingo.

Ya llegará el momento de la Copa. Antes además me queda el partido de mañana ante el Xerez. La Real necesita ganar porque sus dos últimos encuentros han ofrecido la peor imagen del campeonato y los jugadores lo están pasando mal. Ellos son los responsables de lo bueno y de lo que no lo es, pero no cabe la menor duda respecto de su profesionalidad. Me parece increíble que haya personas capaces de dudar de sus futbolistas, dejando caer que pierden a propósito para echar al presidente. ¿Cabe mayor ignominia?.

Lillo se esfuerza por conseguir que el equipo mantenga su integridad y crea realmente en sus posibilidades de éxito final. Sin embargo, conoce que debe luchar contra muchos elementos no controlables, ni entrenables. En sus manos hay un plantel joven con dosis de veteranía. Le han dado lo que han podido y con ello arrea. El aficionado espera, sin desesperar, un nuevo tiempo. Para ello, no será bueno perder la confianza, ni siquiera en los momentos de crisis.

Iñaki de Mujika