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Mi araña favorita

Llamó hace unas semanas para contarme que se retiraba. Lo confirmó con un telefonazo el pasado viernes. Se ha hecho público un día cualquiera de febrero. Punto y final a una carrera incomparable e inalcanzable. Será imposible que alguien llegue a los logros que David Barrufet sumó en el camino de sus veintidós años de profesional. Se retira al final de temporada, coincidiendo con su cuarenta cumpleaños. El balonmano pierde en el parquet a uno de sus grandes referentes


Le pedí que no llorara, que no se emocionara. Debe ser imposible porque las lágrimas también han aflorado en sus ojos. Demasiados recuerdos amontonados como para dominar pasiones y sentimientos al mismo tiempo. No quería leer un discurso. Simplemente, apuntó en una hoja las ideas, los agradecimientos. Nada más.

Su trayectoria es galáctica. Cuenta con setenta y seis éxitos en su carrera, tanto en el Barça, su club de siempre, como con la selección. Además fue elegido dos veces "Mejor portero del mundo". Quiere decir que su carrera tocó todos los techos. En sus vitrinas anidan medallas olímpicas, Copas de Europa, Ligas, Copas, Supercopas…La gente del balonmano sabe que su "16" sudó actuaciones espectaculares. Siempre le consideré "mi araña favorita".

Aún siendo grande su relación con las canchas, me apetece mucho más hablar de la persona. Nos conocemos desde hace veinte años, cuando siendo juvenil paseaba por Zarautz en una concentración de selecciones. Desde entonces mantenemos una relación de confianza y fidelidad. Es amigo de sus amigos. Llama a las cosas por su nombre. Serio, si debe estarlo. Divertido, cuando toca. Las cosas frías y bien pensadas. Así, poco a poco, saca su carrera de derecho y hoy es licenciado.

Comprometido con el deporte de su vida, ha dado respuestas positivas cuantas veces ha sido requerido para ello. Debate y discute en los despachos lo que sea menester. Desde la constitución de una asociación de jugadores que ahora preside, hasta las primas de sus compañeros en cada concentración. Como no se pierde en ringorrangos, dice las cosas de frente y a quien corresponda. Algunos dirigentes quisieron neutralizarle y minimizarle, pero el tiempo y su trayectoria le dieron la razón.

Generoso con quien debe serlo, debo agradecerle haberme permitido compartir muchas cosas de su vida en este tiempo de relación. Le valoro como individuo por encima de todas las cosas. Persona íntegra, respetuoso con los demás. Aquel niño que iba a la escuela y que recibía la educación paterna de una familia tradicional catalana, se despidió con chaqueta, corbata y lágrimas en sus ojos. Le espera el futuro. Otro futuro que seguro está relacionado con el deporte. Lo ama y contagia esos valores, incluso alrededor de una copa. Hemos compartido unas cuantas.

Iñaki de Mujika