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Se impuso la lógica, el Barça gana la liga

Se impuso la lógica, si es que la lógica puede o debe imponerse. El Barça ganó la liga, porque se la merecía. Mejor fútbol, más equilibrio, menos esperpentos. Al Madrid le falta todavía mucho para alcanzar ese nivel de convivencia con el sentido común de las cosas. Descienden dos de los equipos que ascendieron hace un año, Xerez y Tenerife, en tanto que el Valladolid paga el error de decidir que Onésimo era el sustituto natural de Mendilibar. La rectificación con Clemente se quedó corta en fechas.

 


La liga ha opuesto dos estilos. El de Pep Guardiola, con su grupo de trabajo, basado en la disciplina personal y colectiva. Las estrellas brillan en función del grupo. Pellegrini ha debido convivir con todo lo contrario. Los más mediáticos lucen en todo el firmamento, por encima de colectividades y sumisiones. Los dos estilos sirven, porque ambos han podido ganar el campeonato, pero al final la balanza cayó del lado azulgrana.

Después de las celebraciones o las decepciones, llegan los análisis. Los dos clubes se ven inmersos en procesos. El campeón cambia de presidente. Laporta ha cumplido su mandato, sin posibilidades estatutarias de reelección. Los catalanes pasarán por las urnas, con más participación que quienes debía decidir el futuro de la Diagonal. El actual presidente quiere la continuidad con el candidato que emana de su grupo, pero Sandro Rosell se perfila para el futuro.

En el Real Madrid deben decidir primero la continuidad del actual técnico, que no cuenta con los apoyos necesarios para seguir dirigiendo el proyecto. Suena Mourinho como otros muchos. Entre estos, los nombres propios de futbolistas que pueden engrosar la plantilla previo pago de su importe. Aquí no parece haber tijeretazo sino falta de vértigo. Los próximos días, antes del Mundial, nos van a dar juego.

Por su parte, nuestros equipos de Primera han cubierto sus expedientes. El Athletic acarició de nuevo Europa y Osasuna no necesitó machadas para salvarse. Los dos miran de reojo a los equipos de Segunda, entre ellos a la Real Sociedad que sigue batiéndose en duelo con otros rivales. Lo mismo que el Real Unión, cuyo último arreón le ha devuelto las posibilidades de salvación que parecían perdidas. Las cinco jornadas que restan para finalizar la larga liga van a ser apasionantes.

 

 

Iñaki de Mujika