Iñaki de MujikaErnesto Valverde sitúa líder a su equipo. Olympiakos ganó al Paok con holgura 3-0 y por diferencia de goles con el Panathinaikos se encarama a lo más alto de la clasificación. Este verano volvió a recibir la llamada del equipo griego y tras su poco exitoso periplo en Villarreal retomó las riendas del conjunto heleno
La trayectoria de Valverde ofrece más cosas buenas que malas. Dispone siempre de un plan, un sistema táctico y un buen trato al balón pertenecen a su particular sello. Triunfó en el Athletic y su salida pudo sorprender en la distancia. El Espanyol fue su nuevo destino. Conocía por dentro la casa, porque defendió como futbolista la camiseta perica.
Nunca el conjunto catalán llegó tan alto. Disputó la final de la UEFA y sólo la lotería de los penaltis les privó del título que el Bayern Leverkusen llevó a sus vitrinas. La espina se la sacó precisamente con su actual equipo cuando consiguió la Superliga de Grecia.
Valverde quería volver a la liga española, porque es más competitiva. Apareció en su horizonte el Villarreal. Parecía lugar idóneo para crecer como técnico, pero pesaba demasiado el legado Pellegrini y los futbolistas acostumbrados a un sistema de juego, no terminaron de encontrarse con lo que Valverde pretendía. Tras el cese, tiempo de reflexión y análisis.
Vuelve a Grecia. Su equipo encabeza la clasificación. Los habitualmente enfervorizados seguidores de Olympiakos disfrutan con el juego de su equipo y con la posibilidad de volver a la mejor competición europea. Probablemente, Valverde quiera reivindicarse de nuevo y recuperar el terreno que le pertenece en la liga que mejor conoce como futbolista y entrenador.
