Al paso que va, Alberto Contador se habrá retirado del ciclismo y su expediente seguirá pendiente de resolución. Han pasado más de seis meses desde que el Tour de Francia concluyó y el mismo tiempo desde que en las muestras realizadas en un control antidopaje apareció el ya famoso clembuterol.
Es la primera vez que esto sucede, porque la vigente legislación determina que son las federaciones quienes finalmente deben sancionar. En función de lo que estas determinan suelen llegar más tarde los recursos que generalmente terminan en el TAS.
Tengo la sensación de que la patata caliente quema demasiado. En torno a Contador se ha escrito y hablado mucho. El corredor defiende su inocencia. Unos le creen, otro no, pero por ahora nadie se atreve a decidir. Quien lo haga, si conlleva un solo minuto de sanción, tendrá a sus espaldas la pérdida inmediata del tercer Tour en el historial del ciclista.