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¡Alto, guapo y con dinero!

El Getafe es un equipo asentado en Primera División pese a la corta historia que posee, ya que la fundación del actual proyecto data de 1983. Comenzó en las categorías menores del fútbol madrileño. Subiendo escalones llegó a la división soñada. A finales del ejercicio 2003-2004, todo se consolidó con el premio mayor y desde esa fecha milita con los más grandes. Pudo pensarse entonces que aquello iba a ser flor de un día, pero el tiempo y las evidencias confirman lo contrario. Es una entidad consolidada, sin alardes, que cuenta con diez mil socios y que en este tiempo ya ha disputado competiciones europeas. Era impensable por ejemplo que el Bayern de Munich jugara un encuentro oficial en el Coliseum.

Ángel Torres es su presidente-propietario. Cabeza visible del club que representa al "sur" de Madrid, ha contado con entrenadores y jugadores que, quizás, no se corresponden con la humildad del club, pero que han aceptado el reto de apoyar una idea y una forma de hacer las cosas. Futbolistas como Soldado, Güiza, Rubén de la Red o Mariano Pernía llegaron a ser internacionales defendiendo los colores azulones. Por el banquillo han pasado ilustres como Quique Sánchez Flores, Pepe Mel, Laudrup, Schuster, Víctor Muñoz o el actual responsable, Michel.

El exjugador del Madrid, cuando futbolista, era alto, guapo y con dinero. Sonaban trompetas por donde pasaba. A raíz de un toqueteo en los perendengues del vallisoletano Valderrama, las gradas le jaleaban y se divertían a costa de llamarle de todo. Era muy buen futbolista, con recursos y con ganas de ser entrenador. Sueña con ocupar plaza en el Bernabeu, pero eso parece lejos mientras gobierne Florentino. Se conforma con dirigir en Madrid, ciudad de la que no ha salido para preparar a un equipo. Defiende a su grupo cuando le atacan y se responsabiliza públicamente de todo aquello que no sale conforme a sus deseos. Convive con una idea de juego que le da buenos resultados y que le sitúa cerca de las plazas europeas. Transmite equilibrio.

Después de perder en copa frente al Betis, empató en la cancha de Osasuna. Pero la visita de la Real constituía la primera oportunidad de resarcirse ante sus aficionados. Los guipuzcoanos, que enlazaban cuatro partidos sin ganar, acudían al recinto del que jamás en la historia sacaron un solo punto que subir al casillero. Así que, de inicio, el encuentro enfrentaba a dos necesitados en busca de tranquilidad. Lasarte se decidió por los mismos de la última vez, con Griezmann en la izquierda. Pronto se movieron las cosas porque las manos de Miguel Torres terminaron en el punto de penalti con remate inapelable de Xabi Prieto. El 0-1 revolvió las tripas locales y tranquilizó más las realistas, sobre todo tras el golazo de Antoine que no desaprovechó el muy medido centro de Llorente. Con el 0-2 nos fuimos al descanso deseando que todo terminara.

Los iniciales minutos del segundo tiempo eran claves. Si la Real aguantaba, todo iba a ser más fácil. Así fue. El reloj avanzaba y la sensación de que el triunfo estaba más cerca creció. Luego salió Aranburu y logro dos tantos que los firmaría cualquier estrella. A lo mejor el azpeitiarra no es tan alto, ni tan guapo, ni tiene tanta pasta, pero resultón es un rato.

Iñaki de Mujika