elbeaterio.es

Tamudo

En la Real Sociedad está semana se habla de Tamudo. En Barcelona, en el entorno del Espanyol, también. Cuando el jugador catalán firmó el pasado verano su contrato con el equipo txuriurdin todos pusimos el círculo rojo en el último fin de semana de febrero, porque es la fecha en la que el jugador con sus nuevos colores visitaría el estadio de Cornellá El Prat. El día ha llegado ya.


Para la Real, es un encuentro más. Los de Martín Lasarte se lo plantean como una nueva oportunidad de seguir creciendo. Para él, no. Pese a que en la comparecencia pública en rueda de prensa Tamudo aseguró no tener ninguna cuenta pendiente con su antiguo club y que lo único que le importa es la victoria de su equipo, los tres puntos. Pero sabe mejor que nadie que es imposible abstraerse de la realidad del entorno. Los ojos de los aficionados que acudan al partido se fijarán mucho en el. No hay duda.

Los periquitos quizás con un punto de nostalgia por ver en filas contrarias a uno de sus estandartes, uno de los grandes buques insignia de la historia del club. Tamudo salió por la puerta de atrás. Le ha pasado a él y a tantos otros futbolistas a quienes los clubes no aciertan a despedirles como se merecen. Es el cuento de nunca acabar.

Tamudo tomó una decisión. Eligió Donosti como su nuevo destino. Se encuentra a gusto en el nuevo entorno y se le nota. Ni lo oculta, ni lo disimula. La lesión de Llorente le ha otorgado nuevos galones y responsabilidades. Los acepta sin problemas. Y como además está marcando goles decisivos, los puntos suben al casillero y su rendimiento determina que en la calle y en los despachos se hable ya de continuidad futura. Así las cosas, el delantero llega al partido más significativo para él en el mejor momento de la temporada. El sábado por la tarde en Cornellá pasarán cosas. Seguro.

Iñaki de Mujika