Iñaki de MujikaMikel Idoate es un pelotari joven que llega a este deporte desde la afición y la confianza en sus fuerzas. Quiere probar hasta dónde es capaz de llegar. Lleva un año como profesional de la mano y está creciendo a ritmo acelerado. Ha irrumpido en su primer manomanista desde la fase previa. Primero apeó a Pascual, luego a Laskurain y ya en el propio campeonato ha dejado en la estacada a Rubén Beloki por un resultado contundente. Es la ley del deporte. Se cruzan caminos.
El zurdo de la Txantrea es un joven estudiante de derecho. Su futuro está en las togas. No tiene prisa por acabar su carrera, porque en paralelo vive con pasión el deporte que ama. El kárate también le atraía, pero se decidió por el frontón, los tacos, la pelota, y por explotar las virtudes de su mano izquierda. Por ahora, todo lo que le ha pasado es bueno. Debut, convivencia con los grandes de su empresa, participación en torneos, triunfos y reconocimiento público de sus valores. No está mal en un chico de veintiún años.
Leí hace meses una entrevista en la que trataban de descubrirle. Llamabla la atención una frase por encima de las demás: "El delantero que no arriesga, aburre", dijo. Es decir, apuesta por el espectáculo. Respeta al público que paga y va al frontón a ver pelota y no pelotazos de aburrimiento. Los cuadros alegres lo son porque allí deben convivir los jugadores eléctricos, volcánicos, imparables y poco previsibles. A Mikel Idoate le queda mucho por aprender y recorrer, pero a tenor de los resultados y de lo que está demostrando, tiene muy buena pinta. Lo suyo es una especie de eclosión.
La irrupción de nuevos jugadores en los cuadros profesionales abarata las nóminas, propicia la jubilación de los más veteranos e incorpora sangre fresca a un deporte que gusta a la gente joven. Cada vez más, acuden a los frontones aficionados, seguidores de estos deportistas que tienen su público. Se pudo comprobar cuando consiguió hace pocos meses la txapela del campeonato del cuatro y medio, de segunda categoría. Derrotó entonces a Merino II por 22-7. Muchos jóvenes seguidores acudieron al Labrit, luciendo una enorme pancarta de apoyo y ánimo al pelotari que admiran. Idoate, por ahora, sorprende. ¡Para bien!
Y me alegro, porque cuando un día, por primera vez, llamas al teléfono y no sabes para nada cómo te va a ir, qué actitud vas a encontrar al otro lado, te haces preguntas. ¿Se enrrollará?. ¿Pasará de entrevistas?. Para todo hay una primera vez. El primer encuentro fue positivo y se lo agradezco. Luego, ha ido a más y mejor. ¡Como su carrera!.
