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¡Vamos, Rafa!

Djokovic es el mejor tenista del mundo en la actualidad. Encabeza el ranking de la ATP y acaba de conseguir el Open Usa, derrotando a sus dos más serios contrincantes: Federer y Nadal, a éste en la final de esta pasada madrugada. Cuatro sets y más de cuatro horas de raquetazos para decidir un torneo de prestigio.

Se esperaba el partido porque marcaba un cruce de caminos. Si el serbio se imponía lograba derrotar a Nadal por sexta vez consecutiva en una final. Si el manacorí triunfaba las cosas, aún estando claras, confirmarían que aún quedaba partido. A esta hora, es obvio que no. 

La pelota ha cambiado de tejado. Antes era Nadal quien desquiciaba a Djokovic que se quedaba sin argumentos ni recursos para ganar a su contrincante ante el que terminaba cediendo la toalla. A Nadal le valía para encaramarse en lo más alto de una clasificación muy cotizada. La tortilla ha dado la vuelta y quien n o encuentra resquicios ni fisuras en el oponente ahora es el mallorquín.

Deberá cambiar de plan y estrategia porque ya no le sirven. En las últimas semanas surgieron en los medios ciertas disensiones entre tío y sobrino, preparador y tenista. Es probable que a la vista de los acontecimientos se planteen un cambio de preparación y modos con los que poder afrontar y frenar el poderío del indiscutible líder, que con su gracias y ciertas tonterías cautiva además a los aficionados.

El mejor Nadal ya no puede con Djokovic. Rafa se defiende tratando de responder al impecable juego del rival. En sus declaraciones post partido aseguró que "Djokovic no estará siempre a este nivel", mientras que el serbio, henchido de gozo, respondía: "No soy invencible". Tras ellos y en profundo silencio se encuentra Federer que les precedió en la racha de éxitos. No parece que el suizo vaya a entrar en la pelea nuevamente. Seguirá jugando bien, ganando, pero a otro nivel.

Si esta temporada parece ya concluida, crece la expectación por la siguiente, para saber qué respuesta es capaz de ofrecer Rafa Nadal y si vale para derrocar al más fuerte. Djokovic encontró un día a un psicólogo italiano que recondujo para bien todas sus capacidades mentales y fortalezas. Su mano se nota en el éxito del tenista al que atiende.

Para terminar y como curiosidad les cuento que en Twiter, durante la madrugada, el "Vamos, Rafa" arrasó.

Iñaki de Mujika