Iñaki de MujikaJoseba Llorente es un jugador que pertenece a la plantilla de la Real Sociedad. Lo fue de joven y lo es ahora, tras pasar por distintos clubes en los que se consolidó como futbolista. Hace un año se dieron todas las circunstancias favorables para el reencuentro. El club y el jugador hicieron un esfuerzo importante y llegaron a un acuerdo por cuatro temporadas.
El comienzo de Joseba, con Martín Lasarte en el banquillo, fue arrollador. El juego del hondarribiarra contagió a sus compañeros, marcó goles y colaboró en la boyante marcha del equipo. Hasta que se lesionó días de vino y rosas. Luego, aparecieron las espinas con su ausencia porque nadie fue capaz de sustituirle, entre otras cosas porque es muy complicado encontrar jugadores de sus características. La Real se salvó del descenso en el último minuto.
Largo tiempo de recuperación hasta el comienzo de esta temporada. Tratamientos especiales para eludir el quirófano. Los ciclos se fueron acortando y el futbolista está a disposición del entrenador. Sin embargo, Llorente por ahora no cuenta ni en las convocatorias ni en las alineaciones. Lo último fue quedarse en el palco. Montanier citó a diecinueve para afrontar el partido del Granada. Le sobraba uno, y ese fue el delantero que vio el partido desde la grada.
No voy a entrar en las decisiones del nuevo técnico realista pero si en las formas. Llorente ha sido, es y será santo y seña de una Real que le necesita. Alguien le debería decir al entrenador que no sé pueden echar por tierra valores, mucho menos cuando estos no sobran. Las formas son importantes en cualquier proceso vital, pero en el deporte aún más porque el objetivo de todos es jugar, disfrutar de la competición y colaborar en el éxito colectivo.
Llorente suma más que resta y merece un punto de cariño y una oportunidad, aunque sea por sentirse un poco más futbolista. Ha comparecido en rueda de prensa ante los medios con cara de pocos amigos. Ha dejado claro que está estupendamente y que no tiene ningún problema con su espalda. Que se lleva muy bien con el entrenador y que si no cuenta con él es porque "hay mucha competencia arriba. Hay compañeros que lo están haciendo bien, el equipo está ganando y toca esperar y estar lo mejor posible para cuando el entrenador decida contar conmigo".
Esa podría ser una declaración oficial, pero quienes conocemos al futbolista sabemos que está como un toro encerrado en corrales esperando a que se abre el portón para saltar a la arena y embestir. Si el tiempo paso y las cosas no cambian…no aguantará mucho tiempo la convivencia con su actual status.
