elbeaterio.es

Un derby sosito

Llega el primer derby vasco de la temporada en el fútbol de Primera División. El domingo, a la hora de misa mayor, se enfrentarán en Anoeta dos equipos cuyos comportamientos todavía no están claros ni sus papeles definidos. Parece un ensayo teatral, en el que todavía los actores no pisan con firmeza las tablas del escenario. El argumento de la trama pocas horas antes del estreno no cautiva en exceso.


El encuentro europeo del Athletic ante el Paris St. Germain ha mejorado la cotización de los rojiblancos, porque cuajaron un partido hermoso ante los franceses. Juego rápido, actividad por las bandas, centros y remate con los que derrotar al rival que lidera el campeonato galo. Sin duda, el triunfo reforzará su moral y credibilidad. Bielsa llega con los suyos a un estadio en el que le esperan.

La Real por su parte no ha sido un equipo malo ante su público, pero no parece que domine todavía lo que quiere Montanier. Chapurrean el francés. Hace una semana se le escapó una oportunidad pintiparada para haber traído de Mallorca algo más que ensaimadas. Los realistas entonces pecaron de pardillos y no acertaron a leer el partido ni a interpretar el guión que se requería.

Por tanto, al derby se llega con dudas e incertidumbres. Es pronto. El calendario les enfrenta antes de que los dos conjuntos consigan cuajo suficiente. Si para los dos entrenadores va a ser la primera vez que vivan un partido de estas características, también unos cuantos jugadores sentirán cerca el valor de las emociones especiales.

La semana ha ido demasiado tranquila. Hasta última hora van a quedar entradas a la venta, lo que significa dos cosas. De una parte, los precios y la crisis no animan a la feligresía a gastarse los euros. De otra, que ninguno de los dos equipos llega en situación de angustia que añada más morbo al enfrentamiento. Estamos cerca del mosto y calamares para los niños y de vermuth y croquetas para los mayores a la salida de misa, Si añadimos que hace calor de verano, sol de arenales y playas, más la cita comprometida de Kilometroak, atisbamos sosería.

Por cierto, como el conflicto de las radios sigue en pie, es el primer derby que me pierdo en casa después de veinte años. Quizás también por ahí, por la falta de motivación que la situación crea, me fije en el partido con el freno de mano puesto.

Iñaki de Mujika