El dedo en el ojo

La decisión de sancionar a Mourinho con dos partidos por meter un dedo en el ojo de Tito Vilanova me parece cuando menos decepcionante, sobre todo si se tiene en cuenta que al segundo entrenador le ha caído uno. Es decir, que la diferencia reglamentaria por la que se rigen decide que entre el agresor y el agredido sólo hay una semana de diferencia. Dicen que hubo provocación. Lamentable.

Hace tiempo que hemos dejado de creer en el comité de competición que rige el fútbol y el reglamento sancionador que manejan. Hay un sexto sentido, o un sentido más común, que hace imposible entenderles. Mourinho, según su presidente, es el mejor entrenador del mundo. Como tal debería dar ejemplos de comportamiento al ser un espejo en que se mira el resto.

Pero el portugués ejerció de macarra en aquella final de la Supercopa que su equipo perdió. Su actuación fue lamentable. Lo mismo que la decisión que le castiga. No hay quien justifique ni lo uno, ni lo otro.

No hace muchos días, el italiano Leonardo Ghiraldini jugador de rugby que disputa el Mundial defendiendo la camiseta de su país metió el dedo en el ojo al irlandés Cian Healy. Las cámaras de televisión le pillaron. Suficiente para que le llamaran a declarar a Auckland.

Admitió la falta asegurando que no fue intencionada. La decisión adoptada no ha tardado nada en hacerse oficial y además es ejemplarizante porque la Federación Internacional suspende hasta el 17 de enero de 2012 al jugador. Éste no podrá volver a jugar ni con la selección, ni con su club, el Treviso.

Eso es rigor y claridad a la hora de anteponer la disciplina y el buen orden a todo lo demás. No hay defensa posible. Si el fútbol y los comités que lo rigen fueran serios, a esta hora Mourinho purgaría. Pero como vamos de parche en parche, de chapuza en chapuza, la credibilidad perdida en esos comités es irrecuperable. ¡Han hecho tantas.!

Para que no falte de nada, gracias a un cambio en la normativa vigente, esta suspensión se llevará a cabo en un futuro partido de Supercopa de España, por lo que ambos podrán sentarse en sus respectivos banquillos en los próximos partidos de Liga y Copa.

Además de la suspensión, tanto a Mourinho como a Vilanova les han impuesto una sanción económica de 600€. Además multan al Real Madrid con 180€ y al Barça con 90€, cantidades que a buen seguro paralizarán las economías de todos ellos. No hay por donde cogerlo.