Fabio Capello, seleccionador de fútbol de Inglaterra, presenta su dimisión irrevocable, cuando dentro de cuatro meses se va a disputar la Eurocopa en Ucrania y Polonia. La culpa indirecta es de los comportamientos públicos y privados del jugador del Chelsea, Jhon Terry, capitán del combinado británico, quien protagonizó un escándalo extramarital tras darse a conocer que tuvo una relación con la novia de su compañero de equipo y selección, Wayne Bridge. Entonces, el entrenador italiano le quitó el brazalete antes del Mundial de Sudáfrica, para posteriormente devolverle los galones y reintegrarlo al grupo.
Aquella decisión se basaba en un principio de autoridad y orden que estaba, y debe seguir estando, por encima de historiales y prestigios mal entendidos. Cuando todo parecía haber vuelto a su cauce, la Federación Inglesa es quien le retira ahora la responsabilidad de capitán a Terry, tras ser acusado de insultos racistas al defensa del Queen Park Rangers, Anton Ferdinand, sin que en esta decisión Capello tuviera nada que ver. El jugador niega la mayor.
El entrenador italiano,que sustituyó a Steve McClaren siendo junto a Sve-Göran Eriksson el único técnico no británico que dirigía a Inglaterra, no ha ocultado su enfado por esta decisión que vuelve a ser un golpe a la línea de flotación del equipo. Capello entiende que su autoridad ha menguado y que el principio de autoridad que le corresponde ha sido ninguneado. A la vista de los acontecimientos y del cariz que estaban tomando las cosas, era necesaria una reunión de todos los responsables.
Se esperaba el encuentro con David Bernstein y Alex Horne, presidente y secretario respectivamente de la FA. Da la sensaciòn de que entre los dirigentes también había ganas de que el técnico saltara por los aires. Y como dos no riñen si uno no quiere, Capello se despide. Eso sí, le agradecen en nota oficial su profesionalidad y sus desvelos, calificando como correcta la decisión de abandonar el cargo cuatro años después de aceptar el compromiso.
A rey muerto, rey puesto. Los dirigentes buscarán con rapidez un sustituto que forme un grupo de trabajo y prepare el reto inmediato. Suena con fuerza el nombre de Harry Redknapp, actual entrenador del Tottenham, quien casualmente ha sido declarado inocente en las últimas horas de las acusaciones de evasión de impuestos que pesaban sobre él.