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Un equipo con Iniesta

Un equipo en el que juegue Iniesta dispone de muchos argumentos para ganar. Si le acompaña un elenco atractivo, el espectáculo está garantizado. La Eurocopa sigue en manos de quienes la poseían y de la final salen reforzadas las ideas y la apuesta por el fútbol creativo, de posesión, en el que la paciencia es un argumento al servicio del objetivo final que es la victoria.

Vicente del Bosque es un entrenador que vive en calma y la transmite. Maneja el grupo, siendo capaz de priorizar la colectividad por encima de los aspectos individuales que son determinantes. Nadie se salta el guión y todos aparcan los “egos”.

Usan muchas veces la palabra “humildad” para referirse a la disciplina personal y táctica que ponen al servicio del modo de jugar que les otorga tantos éxitos. Dos competiciones continentales y una mundial en cuatro años. Nadie en la historia fue capaz de igualar esa trayectoria.

Sinceramente esperaba otra final. Supongo que los italianos también, porque el equipo de Prandelli distó mucho de ser el “once” atrayente de cuartos y semifinales que anunciaba una final más igualada y disputada, sobre todo porque el equipo campeón daba muestras de fatiga y se movía con lentitud.

Del Bosque es buen estratega. Repitió la alineación del primer partido entre ambos. Ató en corto a Pirlo que no pudo suministrar balones a los puntas. Sin la pelota y persiguiendo, los italianos se perdieron y se abandonaron paulatinamente, sobre todo a medida que los goles entraron en la portería de Buffon. El segundo firmado por Jordi Alba antes del descanso les enseñó el camino de la miseria.

A veces los entrenadores usan pizarras, diseñan estrategias, ubican a los suyos y hacen un plan sin saber a ciencia cierta qué pasa por la cabeza de quienes deben ejecutarlo. Si un futbolista, si once jugadores, no creen que ganar es posible, el contrario sale con un “plus” inesperado. Si el devenir del partido además marca esa tendencia, el desastre está servido.

Italia decepcionó en la misma proporción que España defendió su título con argumentos claros de merecimiento. Un tipo de futbolistas, una forma de jugar, un estilo que determina. Eso sí, con Iniesta, elegio el MVP del partido y de la Eurocopa.

 

 

Iñaki de Mujika