Iñaki de MujikaUna nueva prueba, cuarta y penútlima, correspondiente a la Copa del Mundo en piragúismo de aguas bravas, se disputa este fin de semana en Praga. Un buen grupo de deportistas ha decidido competir pagándose el viaje de sus bolsillos, porque la tesorería de la Real Federación Española (RFEP) sólo puede abonar las inscripciones. Se supone que no hay para más.
Va y resulta que en una modalidad en la que se han conseguido una medalla de bronce y dos diplomas en los JJ.OO. no tienen donde caerse muertos. Maialen Chourraut, Ander Elosegi y Samuel Hernanz ocuparon titulares elogiosos por sus brillantes actuaciones en Londres no hace un mes todavía.
Otros deportistas, adscritos al circuito de Ponts, Dani Marzo y Jesús Pérez, que representan a España en C2, pasan por situación análoga. Entonces, cabe reflexionar sobre la realidad del deporte y de sus practicantes de elite. Es un milagro que los resultados se produzcan. Es increible que deportistas que pasan y padecen estas penurias compitan en desigualdad contra rivales que no les superan.
¿Cabe soñar?. He dicho muchas veces que lo mejor del deporte son los deportistas, porque ellos con su esfuerzo, con la renuncia a tantas cosas, son capaces de lograr éxitos que la estructura que en teoría les apoya no se merece. Vivo el día a día, el esfuerzo enorme de estos chicos a los que conozco y sigo desde hace años. Trato de ayudarles en todo, porque están abandonados a su suerte mucho más de lo que se merecen.
Este es el ejemplo. Mientras en la página de la RFEP ni se anuncia que están compitiendo en Praga, allí es posible incluso que alguno gane. Será sonrojante y bochornoso, pero para lo que les importa…
