Iñaki de MujikaNerea Pena (Pamplona, 1989) es un proyecto o realidad, como quieras, del balonmano femenino. Las lesiones le están matando de forma injusta. La navarra es una jugadora internacional, de las que se cotizan en este deporte. Joven y llena de futuro. Batalladora y valiente.
Hace ahora un año disputaba un partido de Liga de Campeones defendiendo la camiseta del Itxako en la cancha noruega del Larvik. En un lance del partido su rodilla hizo “crack”. Los iniciales diagnósticos se confirmaron: rotura del ligamento cruzado anterior y el lateral interno de su rodilla derecha, más una afectación del menisco.
Operación y meses de esfuerzo para recuperarse y quedar en las mejores condiciones posibles. La situación crítica del equipo navarro le obligó a buscarse un nuevo club con la incertidumbre de su lesión a cuestas. Los húngaros del Rail Cargo le ofrecieron la oportunidad. Buena noticia que coincidía con la imposibilidad de llegar a tiempo de disputar los JJ.OO. de Londres con los que soñaba.
Lo mejor en estos casos es que el tiempo pasa y corre a favor de los deportistas lesionados. La recuperación era un hecho. El seleccionador Jorge Dueñas le convocó para la cita del Campeonato de Europa en Serbia. Jugó y se sintió importante. Lo mismo que en su club en donde está viviendo una experiencia nueva.
Pero el deporte juega malas pasadas y a veces es tozudo y se ensaña con quienes no lo merecen. Un año después de la lesión, Nerea Pena vuelve a romperse en la misma competición ante el equipo ruso del Zvezda Zvenigorod. Con la frialdad que otorga la decepción, escribió en las redes sociales: “Hola a tod@s: como ya esperaba, mi diagnóstico: rotura de ligamento cruzado anterior (el mismo que mañana hará un año que me rompí) y menisco”.
Las mismas redes sociales a las que ha recurrido para compartir la mala noticia han sido el caudal, el torrente de respuestas de apoyo y ánimo de muchas personas del balonmano que le conocen, tanto jugadores como técnicos o periodistas. Le conocí en una cena que compartimos en Logroño después de un partido del Naturhouse Rioja. Luego, le he entrevistado unas cuantas veces y en todas las ocasiones encontré una mujer con fuerza e ilusión para afrontar y superar proyectos. Valiente.
Posiblemente, con este nuevo contratiempo no contaba, pero la experiencia con la lesión anterior le servirá para medir los procesos y orientarse de nuevo hacia la actividad. Fuerza no le falta e ilusión, tampoco. Buena es la pamplonesa.!
