De las tres grandes carreras ciclistas del año, el Giro de Italia me parece la más atractiva, lo que no significa que sea la mejor. Quizás porque es la primera gran prueba del año y estás más expectante, más ansioso de saber qué pasa y cómo se comportan los ciclistas favoritos, los que aspiran a ganarlo casi todo en el sprint o en la montaña. Llevamos disputada más de media carrera y hemos tenido de casi todo, sobre todo lluvia y etapas largas. Mientras uno está tan ricamente sentado en el sofá de casa, otros soportan las inclemencias.
Las redes sociales nos ayudan mucho. Sobre todo a saber qué piensan, qué sienten los ciclistas después de una de esas jornadas maratonianas y pasadas por agua. Este jueves, al concluir la etapa, el ciclista de Euskaltel Euskadi Jorge Azanza, escribía nada más llegar a la habitación:
“Bueno pues parece que las dos próximas etapas las vamos a tener que correr en barca y las dos siguientes con esquís!!! Ya lo que faltaba!!…..Si no es duro ya esto, dan exagerado de agua para hoy y mañana, y nieve en todos los pasos de Alpes!!! Veremos que pasa y que no tomemos riesgos innecesarios e inhumanos con todo lo que llevamos encima ya!!! Animo y al toro, no nos queda otra, abrazos a todos! — en A Letto”.
La cosa no terminó ahí, porque después de descansar, cenar y recibir el correspondiente masaje, aún le quedaban fuerzas y sensaciones para añadir y compartir más realidades, las de éste corredor navarro que añadía antes de dormir:
“Il Giro, las horas que son, y salgo de masaje después de cenar para meterme en la cama ·reventao· tras una etapa dantesca y de lluvia a mares. A las 7 diana, y mañana otros 260km!!! Quien dijo que il Giro era bello!!! Porca miseria!!!!!! A topeeeee kopooon que si no la llevamos clara!!!! Ondoloin, mañana será otro dia, esperemos que menos lluvioso, pues mas no se puede…”
Caben muchas preguntas. ¿Por qué escribe esto?. Posiblemente porque necesita compartir con mucha gente sus sensaciones y porque espera recibir respuestas que le saquen de esa realidad dura y le animen a conquistar otras más gratificantes. Quizás también porque sea necesario que apreciemos, que valoremos de verdad lo que significa dar pedales sobre una bicicleta y en esas condiciones. Hablamos de un deporte que exige sacrificio y mucha capacidad de sufrimiento.
Por eso, te animo a que cuando veas un ciclista a cola de pelotón, en los últimos puestos de una subida, descolgado, después de haber hecho su trabajo en ayuda de un compañero, reventao como decía Azanza, hagas un ejercicio de comprensión y respeto hacia los trabajos que no lucen. Se retiran Hesjedal o Wiggins y son noticia. Mucho más que una escapada que muere cerca de la meta. Jorge Azanza lo intentó, quizás porque brillaba el sol y soñaba más allá de la gloria.