Iñaki de MujikaLas noticias son noticias y somos nosotros quienes le ponemos un calificativo. Buenas, malas, insignificantes…Depende muchas veces del alcance, la cercanía y la trascendencia, incluso del ámbito. No es lo mismo la cultura, la religión, la economía, el deporte…Por eso, encontraremos matices muy diferentes según qué casos.
En el tiempo del deporte, el ciclismo es una modalidad que apasiona. Nunca se saben las razones reales, pero las evidencias te enseñan a descubrir que los aficionados sintonizan con los corredores y sus hazañas. Han superado miles de noticias negativas, afectadas por el dopaje, decepcionantes, pero, pese a ello, han seguido fieles a la carretera. En ese paisaje ha convivido Euskaltel Euskadi las dos últimas décadas.
Un equipo de aquí con gente de aquí y para gente de aquí. Una referencia que habrá podido acertar más o menos, pero que llevó a las grandes citas a miles de seguidores vestidos de naranja que hacían de cada territorio una conquista. Por recordar puntos emblemáticos y mirando al futuro, ni los Pirineos, ni la Clásica ni tantas otras serán a partir de ahora lo mismo, porque el equipo baja la persiana a partir del año próximo.
No ha sido posible darle continuidad al proyecto pese a los esfuerzos por conseguir un copatrocinador que nivelara los presupuestos necesarios para hacer competitivo un equipo referente y atractivo. Las instituciones no pueden ni deben gastarse el dinero que no tienen y que se necesita para realidades más urgentes y solidarias. Ese hueco que ha quedado vacío no ha podido cubrirlo nadie. Por eso, nos encontramos con un marco desolador que conlleva decisiones amargas.
Es fácil imaginarse la reunión del pasado martes a las diez de la mañana. Las citas urgentes no son optimistas y quien más y quien menos intuía que estaban hasta el punto y final de su trayectoria en el equipo que desaparece. Afloran los sentimientos, los recuerdos, las preguntas sin respuesta. Todo por un adiós definitivo.
A partir de ahora el equipo competirá hasta el final con la dignidad de siempre. Se tratarán de resolver los problemas personales de todos los afectados del mejor modo posible tratando de encontrar salida con mejor final que el propio de la entidad que ahora se despide. El ciclismo seguirá pero aquí donde estamos, donde lo vivimos, donde nos apasionamos ya no será lo mismo.
