elbeaterio.es

Vuelve Pablito

Lo peor que le puede pasar a un deportista es caer lesionado. En eso están todos de acuerdo, porque no poder competir es algo que se lleva mal. Mucho más si el tiempo alejado de los escenarios se prolonga por la gravedad de la lesión. Pablo Berasaluze, curtido en mil batallas personales, se rompió hace medio año el talón de Aquiles de su pierna izquierda.

Debió ser intervenido y esperar un montón de tiempo hasta que ahora llega el momento de volver a sentirse pelotari. Está con ganas, compartiendo miedos y nervios al mismo tiempo. Larga y dura rehabilitación la que ha debido cumplir para regresar a las canchas. Las circunstancias quieren que sea Barcelona el frontón elegido para el retorno. Un público especial para un momento especial.

Los aficionados que acudan a Vall d’Hebron le verán de nuevo en los cuadros alegres formando pareja con Jon Ander Albisu, En frente, el incombustible Oinatz Bengoetxea con Aritz Begino. Estaba prevista la presencia de Aimar Olaizola, pero el de Goizueta no recupera de la rotura de fibras que sufrió en Bermeo. Esa ausencia propicia el retorno del de Berriz, una vez que todos  comprueban que el jugador ha superado los problemas y puede afrontar un partido como el comentado.

Sentirse útil y ser noticia positiva. Volverá a competir con Albisu, el compañero con el que disputaba la final del mano por parejas cuando cayo lesionado en el frontón Bizkaia de Bilbao. Un día de abril el marcador señalaba un 5-4 a favor de Irujo y Zabaleta, Pablito de repente cayó al suelo, desplomado, cuando iniciaba la carrera para buscar una pelota.

Rápidamente fue trasladado a la enfermería. Confirmada la gravedad de la lesión tuvo arrestos para salir de nuevo a la cancha y saludar a los tres mil espectadores que habían comprado entrada.  Allí terminó una historia y comenzó otra. La lesión queda atrás. Ahora, a medida que dispute nuevos encuentros, se sentirá más seguro de sí mismo, más pelotari y se sentirá orgulloso de haber superado una prueba más. “Sucede a veces, que lo mejor de un final, es lo que está a punto de empezar”.

 

 

 

 

Iñaki de Mujika