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Santacana en las alturas

La medalla de oro que Jon Santacana consiguió el sábado en los paralímpicos de Sochi refuerza todo el mérito que acumula en su larga trayectoria. Lo suyo es una prueba cada cuatro años. De juegos a juegos. De Vancoover a la cita que estos días le ocupa. Estuvo cerca de perdérsela porque hace cinco meses, cuando entrenaba en Australia, sufrió la rotura del tendón de Aquiles.

Tiene un mérito indudable porque la deficiencia visual que determina su vida no es óbice para que luche por lo que más le gusta. No puede hacerlo solo y necesita la ayuda indudable de su guía Miguel Galindo. Llevan juntos siete años.

El ruido de unos cascabeles y la voz que le orienta hacían posible el milagro de descender en una prueba durante más de un minuto, pasando puertas, curvas o cuantas dificultades se producen en la competición, alcanzando incluso picos de velocidad de 120 kms/hora que es una barbaridad. Ahora, con la tecnología más moderna se comunican con micrófono y auriculares.

Acumula mucho a sus espaldas. En noviembre pasado cumplió 33 años y puede contar con orgullo que estos juegos paralímpicos suponen para él la cuarta oportunidad de decirle a la gente que lejos de tirar la toalla ante los impedimentos, puedes ofrecer respuestas positivas.

Así, con su guía, participa en Campeonatos del Mundo, Copas del Mundo y Juegos Paralímpicos. Hay una perfecta simbiosis entre los dos. La clave está en mantener la distancia correcta para lograr la mejor comunicación entre ambos. Es maravilloso comprobar la conjunción exacta en cada prueba para verificar el enorme mérito que atesoran.

Estos juegos no disponen del eco mediático de los otros, pero enseñan una competición llena de entusiasmo. Ellos vivieron también su emocionante ceremonia de apertura, sin miedo al ridículo ni al que dirán. Son felices porque todos los esfuerzos merecen la pena. Más allá de medallas de oro, plata o bronce, están en las alturas del respeto y de la mejor competición.

 

 

Si Jon Santacana ha vivido muchas experiencias, para Urko Egea o Aitor Puertas es la primera cita, ya que su deporte el snowboard cross se estrena en Sochi. Con la ilusión de los debutantes han acudido después de mucho tiempo de espera. La alegría de competir les colmará de alegría más allá del resultado que puedan conseguir. Orgullosos de lo que son y sienten merecen el aplauso de la sociedad.

Iñaki de Mujika