El Beaterio de Iñaki de Mujika

Chespirito y Carlos Vela

Un personaje mexicano, muy conocido en aquellos pagos, falleció mientras la Real ganaba al Elche. Roberto Gómez Bolaños había nacido en Ciudad de México hace 85 años. Le dio tiempo a hacer muchas cosas y en su biografía destacan facetas de actor, productor de televisión, dramaturgo, compositor, pero sobre todo intérprete y creador de un personaje que todos conocen: El Chavo del Ocho. Algunas televisiones del sur de América siguen emitiendo capítulos de la serie interpretada por este hombre al que todos conocían como Chespirito.

Un periodista deportivo mexicano, Martín del Palacio, al que sigo en las redes sociales, estaba viendo desde su país el partido de Anoeta y no dudaba en la dedicatoria de Vela al cielo si se enteraba de la muerte de este hombre porque la relación de ambas familias es cercana y porque el propio actor, cuando el periodista apostó por la vuelta del delantero realista a la selección azteca, le envió un mensaje solidarizándose con la propuesta.

Chespirito era entrañable y muy futbolero. Tenía cara de buena persona y hoy ocupará las portadas de todos los medios de comunicación en las que seguro dejan un hueco a la coincidencia con los tres goles del delantero realista. Abrió pronto la lata con un tanto de cabeza, aprovechando el aclarado de Canales y el buen centro de Carlos Martínez.

Dicen que a los gobiernos hay que darles cien días para que sitúen y se noten sus capacidades. El nuevo entrenador de la Real dispone de tiempo para reconducir la situación y hacer del equipo lo que quiere, es decir, una Real entregada y que transmita emociones. Ese es su reto, además de sumar los necesarios puntos, como anoche. El tiempo de calentamiento prepartido reflejó la expectación y el interés de los aficionados . Ambiente por todo lo alto antes de que rodara la pelota, sin que faltara en el tiempo la conversión de los móviles en linternas a modo de cirios, como si quisieran aplaudir el acierto de su killer.

El calendario no le ayuda por la saturación. Después de Elche, la Copa en Oviedo. Luego, viaje a Villarreal, al que siguen un derbi, la vuelta de Copa y el partido de Valencia frente al Levante antes de los villancicos. Seis partidos en 20 días. Y con la tradición que tenemos en semanas de tres, confío en que le avisen para que no se lleve sobresaltos. El primero lo encontró en Riazor, porque después de un digno primer tiempo, llegó un segundo casi calamitoso.

Supongo que con la incertidumbre de aquella respuesta, preparó el partido ante los ilicitanos. Confió en los mismos jugadores de Riazor con el único cambio de Xabi Prieto en el once titular ocupando la plaza de Chory Castro. Esperaba una salida atómica de las huestes giputxis. También Escribá. Atrincheró a su gente por delante del meta Tyton y a ver venir. Y lo vio pronto. A los dos minutos, el partido en contra y la sensación de que todo iba a ser imposible, porque los ilicitanos andan muy flojos de pegada y a estas horas lo que cuenta es ganar y sumar de tres en tres. Aplausos y a correr.

Y para terminar un apunte y que el cielo me perdone, pero como sigamos sumando personal al campo de ayudantes de Moyes, nos vamos a gastar el traspaso de Griezmann. Esta semana dos más se han unido a los que estaban. La nómina actual cuenta con un titular (David), un ayudante (McKinlay), otro ayudante (Santana), un traductor con oficio futbolístico (Bretos), un preparador físico (Larburu), un entrenador de porteros (Navajas), más la llegada de última hora de un analista (Ruiz de Ocenda) y supongo que un “espía” de rivales (Iturralde) y un readaptador (Samaniego). Tal vez me dejo alguno en el tintero. No cuento en este plantel ni a los médicos, ni a los auxiliares, ni al gabinete de comunicación.

Sumados todos los que atienden al primer equipo del club, nos encontramos con más personal que todos los consejeros de los que dispone el lehendakari Urkullu para gestionar un territorio como este. Y tampoco voy a comparar los emolumentos de unos y otros, ni por supuesto la responsabilidad y la trascendencia social. Queda dicho que el fútbol va por su parte, a su bola, respecto del resto de mortales. Como me ha llamado la atención y me parece un poco exagerado todo, lo comento.Por supuesto, esto no se relaciona con la capacidad y la idoneidad de quienes a esta hora ocupan la bancada txuri-urdin. ¡Faltaría más!

Iñaki de Mujika