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La lesión de Xabi Prieto abre un debate

La lesión de Xabi Prieto abre una nueva línea de debate. ¡Como hay pocas!. Sabemos ya que tras su operación deberá permanecer unos dos meses de baja, que son los que aproximadamente faltan para que concluya  la competición. La fractura de cúbito y radio, que exigía su intervención quirúrgica, obliga al entrenador a cambiar de planes. No sé si de sistema, pero sí de elección de futbolista.

Xabi Prieto, hasta ahora,  lo ha jugado todo. Incluso, cuando Coleman se sumió en un mar de incógnitas y le alineaba unos minutos para tratar de reconstruir los desperfectos de sus equipos iniciales. Es un futbolista distinto, de los de mayor calidad técnica de la plantilla. Capaz de marcar un gol irrepetible (Hércules) o de poner un balón para empujar (Díaz de Cerio), la presencia en el campo del exterior donostiarra garantiza opciones de éxito.

Su ausencia obliga a Juanma Lillo a tomar decisiones distintas a las deseadas. Cae un "fijo en quiniela" y ninguno de sus posibles sustitutos se le parece. Quizás el más cercano sea Alvaro Novo, pero no es tan veloz. El jugador cordobés sigue en la plantilla por propia voluntad y porque en el vestuario es un hombre muy aceptado. Los cantos de sirena del periodo navideño (Alavés y Éibar) no encontraron eco en este futbolista que el 30 de junio dirá adiós a su periplo en Anoeta.

Pasar a Vaughan de la izquierda a la derecha puede ser demasiado arriesgado. El galés es un zurdo nato y optar por sus opciones le obligaría a adaptarse a un puesto que no conoce y a jugar hacía dentro para tratar de superar a su oponente. Lillo ha dicho que "esa es una opción de emergencia, pero no para consolidarla". No olvidemos que debe resolver los problemas para los próximos nueve encuentros.

El resto de opciones pasa por jugadores canteranos: Aranburu (reconvertido al extremo), Dani Estrada (habituado al carril largo), Larrea (polivalente en todas las circunstancias) y Gari Uranga (con experiencia).  Lo previsible sería optar por esta última opción. El de Ibarra ya fue llamado a filas cuando Nihat se lesionó (con Amorrortu en el banquillo), pasando Xabi Prieto a jugar en el centro. Es veloz y constante. No es posible dudar de su entrega en cada circunstancia. Ha jugado en la derecha, en la izquierda, en el centro, arriba y en la media punta. Hace un par de semana concluyó el partido en el pivote. Acude donde le llaman.

Es jugador de club. Quiere a la Real y le gustaría quedarse, pero sabe sobradamente que su futuro no pasa por aquí. Nadie publicó en enero que quisieron traspasarle a un equipo de Primera División que se interesó por él. Pero la operación no cuajó. Desde entonces, nadie ha hablado con él  e ignora los planes de futuro que la sociedad dispone respecto de su persona. Además, la presencia en las negociaciones de su asesor, hermano del director de un medio de comunicación que no se alinea con las tesis de Badiola, podría constituir una dificultad añadida.

Gari, como siempre, dará de sí todo lo que tiene para colaborar en el objetivo común de ascender a Primera División. Si Lillo opta por su concurso, su rendimiento será decisivo a la hora de valorar las reales opciones del equipo en las próximas nueve jornadas. La lesión de Xabi Prieto abre un debate inesperado.

Iñaki de Mujika