Iñaki de MujikaEl equipo masculino de basket de San Sebastián ha dado una enorme alegría a sus seguidores, porque por primera vez en su corta historia estará en la próxima edición de la Copa. Es el mejor de cinco equipos empatados a ocho victorias. Por eso, el triunfo de ayer en Murcia vale una enormidad porque de no conseguirlo a esta hora hablábamos de otra cosa.
Que la jornada se las trajo. Sin duda. Bastaba seguir las redes sociales para controlar cómo se repartían las emociones por las distintas canchas en las que se jugaba el ser o no ser. Los guipuzcoanos estuvieron mucho tiempo fuera. Gescrap Bilbao entraba y salía. Valencia, Fuenlabrada, Alicante. Todos competían por lo mismo. Los últimos minutos fueron dramáticos para la mayoría, sobre todo para los chés, cuyo presupuesto supera con creces el de los modestos y que el fracaso le ha costado el puesto a su técnico.
Para el equipo de Sito Alonso este es un plus del camino. El técnico de Gipuzkoa Basket no se cansa de repetir que este no era el objetivo y que no quiere salirse de la hoja de ruta trazada, pero si por las virtudes del juego y del resultado llegan premios, estupendo.
Gipuzkoa Basket lo celebra por dentro porque sabe que es un paso al frente en su crecimiento. Illunbe, una plaza de toros reconvertida en parqué con canastas, es la casa de acogida de una entidad que hace las cosas bien. No gasta lo que no tiene. Peina y rastrea el mercado hasta conseguir el jugador que le conviene aunque no sea mediático ni rutilante. Por eso, esto premia el esfuerzo, al margen de las posibilidades, pocas, que tenga en este torneo de Copa.
El paisaje del basket masculino en Euskadi pinta bien. Bilbao Basket metido en Europa, Baskonia y Gipuzkoa Basket, clasificados para la Copa y enfrentándose en cuartos. Todos, peleando por sus objetivos ligueros, el pan y la mantequilla de cada temporada y sus seguidores, en la gloria bendita, porque sus equipos les ofrecen espectáculo y confianza.
