El tiempo pasa más deprisa de lo que parece, o, al menos esa, es la sensación cuando te encuentras con personas a las que no ves hace mucho. Las felices ideas merecen la pena y así debe entenderse el proyecto-realidad de juntar a dos decenas de personas que han vivido y viven a su manera el balonmano. Todos, con el mismo denominador común: amor por este deporte.
Aquí todo el mundo se conoce y el devenir de los años te enseña que las personas están por encima de rivalidades. Esa es la grandeza que deriva en amistad. A partir de ahí puedes aglutinar voluntades que se traducen pronto en fortalezas. El expresidente del Bidasoa, Beñardo García, diseñó un encuentro en Burgos con mesa y mantel del restaurante Casa Ojeda.
Si no hubiese asistido a la cita Juan de Dios Román, presidente electo de la Federación Española, se pudiera pensar que allí se fraguaba una candidatura "de asalto al poder". Indiscutible. No faltaba nadie porque entre los comensales había árbitros, técnicos, dirigentes, intermediarios y periodistas, procedentes de los territorios en los que el balonmano arraigó con firmeza. ¡Los jugadores, como es obvio, debían entrenar.!
Espero no olvidarme de nadie. Primero los colegiados, para que comprueben que les seguimos queriendo, a pesar de los lances del camino: Rodrigo Costas, José Luis Argüello, Andrés González Berridi, Miguel Ángel y Manu Fdez. Amigo. Entre los técnicos, Luis Sola, hoy director deportivo del fútbol base del Athletic (¡¡un par de entraditas, Luis!!), José Carlos Muñoz (Gerente de la Fundación Real Valladolid), Juantxo Villarreal (apartado del mundanal ruido) y dirigentes en todo tiempo y lugar: Fernando Gago (Teucro), Alberto Vivancos (Cajamadrid), Beñardo García y José Antonio Errazkin (Bidasoa), Marcelo Larrañaga y Joan Marín (Ciudad Real) que se "atrevió" un día a dejar el Barça.
Con ellos, José Antonio Rivilla que repartió sapiencia entre Teka y el club manchego. También acudió Javier Loinaz, jugador, entrenador y dirigente, que ahora se dedica al paddel desde la vicepresidencia federativa. No faltaron a la cita Juan Vergara, asesor de jugadores, ni Julio, hermano del presidente Juan de Dios a quien condujo desde Mérida para llevarle luego a Pontevedra. Tampoco faltó Manolo M. Falkowski, en sus nuevas tareas como secretario general federativo. Dejo para el final a la canallesca. Una mesa sin "la voz" de Luis Miguel López es menos mesa. Jubilado de TVE, ahora vive otra experiencia apasionante en la gestión del club campeón de Europa. ¿El "21" de la lista?: Quien se entretiene en contar esta historia, Iñaki de Mújika.
Pudimos ser más, porque en estos temas nunca es posible el pleno. Por diferentes motivos no pudieron asistir: Javier Zuriarraín ( en Irlanda), Miguel Roca (en Buenos Aires), Ramón Gallego (en Hungria), Ricardo Fernández (en Canarias), Manolo Cadenas, Iñaki Bolinaga y Valero Rivera, al que no llegó la convocatoria. Se trabajó sobre un móvil que no era el suyo. ¡Ahora ya lo tenemos todos!.
Después de unos vinitos por los alrededores de la catedral, la barra del Ojeda terminó siendo el punto de la cita. Y lo que son las cosas. Allí nos encontramos con el expresidente de la Real Sociedad, Juan Larzábal, y con Javier Irastorza, consejero del Real Unión, en mesas separadas y con asuntos distintos. Siempre he creído que si un día te pierdes a escondidas con una querida por ahí, te descubren fijo.
Al grano. El menú estaba encargado: Plato individual de jamón. Cuidadosa ensalada de bonito. Morcilla de Burgos con pimientos naturales y formidable Cordero lechal asado al horno de leña. El postre equilibró un helado con voluptuosa combinación de chocolate, hojaldre y relleno de crema. Generoso riego de tinto (Ribera de Duero) y blanco de Rueda. ¡Algo de agua también se sirvió!.Café y lingotazos.
Inopinadamente las buenas gentes federativas nos trajeron unas sorpresitas en forma de regalo: una corbata, un alfiler para sujetarla, un bolígrafo de diseño y una monada de perrito de peluche con la camiseta de la selección que ya obra en manos de mi sobrina Vera.
Así las cosas, el encuentro duró tres horas, el ambiente fue muy cordial y no hubo nadie que no se felicitara por el encuentro. Todos, dispuestos a repetir. Por supuesto, es imposible no pecar en la tienda delicatessen. Más de uno y más de dos, y de tres…nos dimos una vueltita. ¡Había que comprar morcilla!, y queso y yemas del canónigo y…
Dejamos atrás la lluviosa Burgos. Cada uno regresó a su ocupación habitual, supongo, con el regusto agradable del tiempo compartido. ¡¡¡Ahora sólo faltan las fotos!!!
Datos de la ubicación
Casa Ojeda
Calle Vitoria, 5 –
Plaza del Cordón
09004 Burgos
Tfno: 947 20 90 52
www.restauranteojeda.com