¡A Bettini le han robado la bicicleta!

Una semana después de proclamarse campeón del mundo, Paolo Bettini conoce que la bicicleta sobre la que iba montado ha pasado a otras manos. Unos cacos entraron en un camión del Quick Step y se llevaron 150.000 euros y la referida bici, según cuentan las crónicas. ¡Ya no se respeta ni a los campeones!.

Tampoco a la historia. Hace unos años-no tantos-el rival de ayer en Anoeta asombró por su calidad y empuje. Le llamaban "el queso mecánico". Amargaba al que se le ponía por delante. Administraba dosis de manchego y te pasaportaba a otra realidad. Su entrenador era Floro. Aseguran que sus gafas eran de pega. Que los cristales no tenían aumento y que todo respondía a complementos de pose e imagen: "Fashion victim".

En el devenir de los acontecimientos todo se fue viniendo abajo. En concreto, al final de la 95-96 cuando éramos 21 y disputábamos 42 partidos de liga. Lo mismo que ahora, pero en Primera. Aquel día vinieron con Iñaki Sáez y se llevaron un 8-1 para el autobús que conducía a Segunda. Se rehicieron. Volvieron y nos superaron las dos últimas visitas. Ayer nos dimos la mano nuevamente pero en esta categoría que todavía tratamos de descubrir. No es fácil.

El empate de Xerez, la vuelta en autocar, los chaparrones han constituido el horizonte noticiable del equipo. Con tranquilidad, Coleman decidió repetir actores en la séptima representación. Papeles mejor aprendidos y poca necesidad de "morcillas" con las que resolver los lapsus. Sin embargo, aparecieron las dudas y dificultades de siempre. Pocos recursos para resolver el "cacho" autobús que puso Quique Hernández delante de su portero.

Como nos sigue gustando la "banana", el equipo se dedicó a dar vueltas al balón, sin nadie capaz de jugar entre líneas o abrir el campo para oxigenar el atasco. Así se nos fue la primera parte. Y la segunda. En medio, Garitano enganchó el balón del 1-0. Con la izquierda, que no es la suya, pegando a un rival que ayudó a cambiar la trayectoria. Sin nada que defender, apareció Barkero en los manchegos y Riesgo, en la meta realista. El portero salvó los muebles el día en que cumplía 24 primaveras. ¡Si Bettini le conociera, a esta hora aún tenía su bicicleta.!