Decidí pararme en Lugo

A Lugo hay que ir en exclusiva. No pases de largo si te diriges a la playas gallegas. La primera vez que decidí entrar era un domingo. Salí pronto de Coruña y paré a desayunar. Hacía frío de otoño avanzado. Pateé el centro peatonal. Entré en la catedral y escuché misa en gallego. Comprobé que las murallas merecen la pena y tuve la sensación de encontrarme en una ciudad que no tiene prisa. Seguí camino.

Ahora he vuelto con más calma. Quedé con Javi Garmendia, uno de esos futbolistas que se hace la carrera en la humildad de Segunda "B", para disfrutar de una profesión que le permite conocer gente y ganar unos duros. Lleva pocos meses, pero está encantado. Camino de Ferrol hice ese alto para cenar, dejándome guiar por quien puede tener buena información.

Primero una vuelta obligada por la Rua Nova. Entramos en un bar de tapas. "La Fábrica". Lleno hasta los ojos. Dos cañas. La barra está plagada de cestos de maní para que te comas los que quieres. Al rato pasa un camarero con una enorme bandeja de pinchos. Elegimos empanada gallega. Al poco te obsequian con uno caliente de oreja en salsa. Una exhibición de buen ambiente. Todo lo que cuento por 2,60 euros. ¡Precio del siglo XXI!.

Se trataba de acertar con el restaurante. Las diez en punto de la noche. Muy cerca de donde estábamos, en la "Rua da Cruz" conviven las dos mejores posibilidades. "Mesón de Alberto" y "Verruga". Elegimos este. Nada más entrar nos encontramos con el comedor vacío. ¡Ay, madre, pensé, ya la hemos liado!. En quince minutos, se llenó media sala. La otra mitad, antes de las diez y media. Respiré.

Nos enseñaron unos camarones vivos que se fueron directamente a cocer. Saltaban. Increíble de buenos, como el pulpo a feira, con ese punto de picante delicioso. No faltaron unos mejillones rellenos, que hoy no los pediría y cerramos con carne: entrecot, con setas y bacon. Nos dejamos aconsejar en el vino. Un "Guitián Godello" de Valdeorras, blanco, generoso en aroma, fácil al paladar. Servicio muy amable y bien servidos. Ha conseguido muchos premios y distinciones en sus 50 años de existencia. Correcta la relación calidad-precio. Si quieres más información http://www.verruga.es/

La próxima vez visitaré al vecino. El Mesón de Alberto tiene también muchos reconocimientos. Acaba de conseguir el tercer premio en el Concurso Nacional de Tapas y Pinchos en Valladolid (octubre 2007).