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¡Territorio Arconada, Gonzalo!

Soria ha sido la primera población en la que la Real Sociedad ha perdido lejos de su feudo. Lo ha hecho en presencia de casi dos mil seguidores que comprueban que su equipo tiene muchas limitaciones. En frente, Gonzalo Arconada, el ex-entrenador de los blanquiazules, que aprovechó uno de los males endémicos de su oponente: la defensa de las jugadas a balón parado…Hoy ha vuelto a encajar dos goles y ha cosechado la derrota. Al hilo de ella, se me ocurren estas cosas…

La Real se encontró ayer en Los Pajaritos con un equipo fabricado con mimo y sabiduría. Los Alvarez, Morenos, Carmelos, Berangers, Pavones…de por ahí, junto a los Bolos, Palacios, Nagores, Brites…de por aquí. En su entorno un consejo dirigente con las líneas de actuación perfectamente definidas, sin dudas, coordinadas por un director deportivo, Pacheta e interpretadas por el entrenador.

Por detrás, una ciudad de 40.000 habitantes, Soria. Esta es toda la complicación. Añadan unas instalaciones dignas, un presupuesto para no echar cohetes y San Saturio, el santo al que se encomiendan cuando llega la necesidad. El pasado verano necesitaban un entrenador. Les gustan los técnicos y jugadores vascos porque siempre les ha ido bien con ellos. Eligieron a Gonzalo Arconada, que se aburrió de esperar al Alavés, sumido entonces en el affaire Pitterman.

El entrenador donostiarra había estado a punto de tirar la toalla después de su amarga experiencia en el club que más amaba. Lo hundieron en la miseria los responsables del desaguisado, que le agradecieron con una patada todas las horas y desvelos de su trayectoria en la entidad. Lo ha recordado sin freno en las entrevistas de esta semana. Hace un año tomó el camino de Burgos y disputó el play-off de ascenso a Segunda con un equipo justito. Ahora, el Numancia es su territorio y en él trata de plasmar ideas, a través de un "once" trabajado en el que hay poco de improvisación y mucho de currelo. Nos conoce de memoria y nos ganó por donde se nos puede ganar.

Los sorianos han comenzado bien la temporada y ocupan puestos de privilegio, justo premio a su buen juego. El Numancia toca la pelota, tiene recursos y explota al máximo sus virtudes. Era la primera y buena piedra de toque para los nuestros que, hasta ahora, se habían medido con gente de pocas galas. Mogollón de seguidores para comprobar "in situ" la actuación de los suyos. Se saben de memoria que las jugadas a balón parado son un calvario inacabable. Ayer el alfa con Nagore y el omega con Carmelo. Principio y fin de una derrota, a la que trató de poner freno el gol de Iñigo. Pero las sensaciones no fueran buenas, porque el equipo apenas llegó a los dominios de Jacobo y, aunque le faltó la fortuna en el descuento, frenó su buena marcha para volver un poco a las andadas.

Iñaki de Mujika