Iñaki de MujikaEl ciclista italiano Paolo Bettini revalidó la medalla de oro en el campeonato del mundo de fondo en carretera. Los acompañantes de Bettini en el podio fueron el ruso Alexandr Kolobnev y el alemán Stefan Schumacher, respectivamente, plata y bronce. Bettini invirtió 6 horas, 44 minutos y 43 segundos para recorrer 267,4 kilómetros. Los ciclistas españoles no cumplieron con los pronósticos. El mejor fue Samuel Sánchez pero no ocupó plaza de podio. Era la primera vez que esto sucedía en los últimos cinco años. Ni Freire, ni Valverde estuvieron donde se les suponía.
Paolo Bettini entró en la meta apuntando al horizonte, como si apretara un gatillo del arma. La rabia contenida se tradujo en la demostración de su calidad–repetía título mundial–y de su desazón por los malos momentos vividos en los previos cuando la policía alemana actuó tratando de impedir su concuso en el Mundial de Stuttgart. Al estilo Virenque, Bettini reclamó a sus 33 años respeto e inocencia. "Todo el que gana está bajo sospecha y eso no puede ser" declaraba Freire reivindicando para su deporte mucha más confianza y consideración.
"Veni, vidi, vici" fue lo mejor, o lo único, que se le ocurrió decir a Pat McQuaid, presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI) para valorar el triunfo de Bettini. Los días precedentes había hablado de todo menos de deporte. Como muestra, la negativa a que Alejandro Valverde participara por su teórica implicación en la "Operación Puerto". El TAS (Tribunal de Apelación del Deporte) intervinó y sentenció que no había motivos para su ausencia.
Algo parecido sucedió con el italiano. La justicia alemana no encontró motivo alguno que impidiera su concurso. La UCi se la comió entera. Los trasalpìnos cerraron filas en torno a su "rey". Desplegaron una táctica ejemplar a lo largo del campeonato y Bettini tiró de astucia y experiencia para ceñirse la corona de campeón y soltar su lengua una vez cruzada la línea de meta. En rueda de prensa expresó que: "Estoy tan enfadado y furioso como antes de iniciar la prueba. Nadie tiene derecho a humillarme, a destruirme como persona y como corredor. No se puede acusar a nadie sin pruebas. El que las tenga que las ponga sobre la mesa". Bettini amenazó con denunciar al comité de organización y a la televisión alemana (ZDF) por todo lo publicado, así como a la ciudad de Stuttgart cuyo alcalde intervino en la polémica.
Bettini tiene el respeto de sus compañeros de pelotón. Fue campeón en los Juegos de Atenas. Ha ganado clásicas y etapas en las grandes vueltas. Campeón del Mundo hace un año en Salzburgo, ha repetido ahora en Alemania. Apenas quedan pruebas para dar el carpetazo final a la temporada. Ha sido muy convulsa. La organización de las carreras por etapas más importantes se desmarca del UCI Pro-Tour. Se crean nuevas categorías y se hace más grande la brecha de las relaciones. Los ciclistas enmudecen ante la cruda realidad: menos equipos, más paro y pocas alternativas. Retiradas masivas por obligación ante la falta de perspectivas. Dura tarea la que le espera al nuevo presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales, Cedric Vasseur, elegido el pasado 19 de octubre. El dopaje, las luchas por el poder, llevan a este deporte a unos derroteros poco optimistas.
