Iñaki de MujikaLa Real Sociedad deberá elegir el próximo 3 de enero de 2008 un nuevo equipo directivo que presida el Consejo de Administración desde el que gobernar, liderar y proponer un proyecto válido para los próximos años. La decisión va a estar en manos de los accionistas que se someten una vez más a la compleja tarea de posicionarse.
Lo vienen haciendo con demasiada asiduidad. No es una buena señal. Desde la marcha de Astiazarán en junio de 2005, han regido la sociedad tres presidentes: Miguel Fuentes, María de la Peña y Juan Larzábal. En este tiempo, las medidas correctoras no han surtido el efecto esperado y la entidad convive con una deuda considerable, con alarma y fractura social traducida en un menor número de abonados, además del descenso de categoría que lleva al equipo por los campos de Segunda División.
El club se ha hecho ingobernable con el tiempo. No se ven claras las líneas de actuación futuras, ya que los programas precedentes han concluido en fracaso. La irrupción de Iñaki Badiola como candidato responde claramente a un estilo nuevo, basado en conceptos desconocidos hasta ahora en el entorno realista. "Made in China". La rueda de prensa del proclamado candidato ofreció aspectos interesantes que, por ahora, convencen a unos y dejan dubitativos a otros.
Badiola guardó balas en la recámara, a la espera de usarlas si aparece algún contrincante capaz de comparecer en las urnas. Las líneas maestras miran a Oriente, en concreto a Beijing 2008 y Shangai 2010. El merchandising va a convertirse en un cauce prioritario de gestión de recursos con el que hacer frente a la compleja situación financiera de la Real, con unas deudas 24 millones de euros y un déficit estructural considerable de unos 10 millones de euros, agravado por la presencia del primer equipo en Segunda División.
El candidato quiere saberlo todo de la situación financiera. Ha solicitado una "diu diligence" que consiste en «ver hasta el último ticket de parking o de gasolina». Quiere saber si lo que dicen es verdad, antes de presentarse oficialmente. "No podemos entrar a ciegas en el club, no lo hemos hecho en ninguna empresa. Es absolutamente primordial conocer la imagen fiel del club. La Real debe 24 millones a acreedores a corto plazo, ¿qué pasa si se presentan todos a cobrar el 4 de enero?", preguntó el responsable del proyectó.
Iñaki Badiola presentó su idea como innovadora: "Ofrecemos un proyecto innovador y profesional que asegure que la Real vuelva donde tenga que estar. Buscamos una Real competitiva e ilusionante que proyecte el nombre de Donostia, Gipuzkoa y Euskadi por el mundo. La principal razón por la que nos presentamos es porque pensamos que la Real atraviesa por una profunda crisis estructural. Castigamos con una tarjeta roja la gestión económica, deportiva e institucional de la Real".
El proyecto plantea un organigrama distinto al tradicional. Lo integrarían ocho personas. Un presidente ejecutivo, aconsejado por tres expertos. Luego, un comité consultivo integrado por 17 personas, la mayor parte guipuzcoanas, que no tendrá capacidad de decisión. En línea directa, dependiendo del presidente ejecutivo emergen tres directores: de finanzas, de marketing y de nuevos proyectos, al que corresponderá desarrollar los que corresponden a China, Japón e India. Cierra el cuadro de mando un director deportivo que tendrá bajo su supervisión a los responsables de cantera, de ojeadores, además de un director de metodología y un responsable médico".
El proyecto que ha visto la luz da la sensación de basarse en la solidez, de no necesitar demasiado tiempo para implantarse y de ofrecer argumentos que han abierto cuando menos un debate en la sociedad guipuzcoana, muy en la desesperanza tras los últimos dos años y medio vividos en el seno del club que más quieren.
¿Quedan en el aire bastantes preguntas?. El candidato no expresó cuánto dinero están dispuestos a poner como punto de partida. En el caso que lo hicieran ¿lo reclamarán?, ¿cuándo?. ¿La Real se vería entonces abocada a una Ley Concursal de acreedores?. Son incógnitas que deben quedar claras y resueltas tanto por el candidato Badiola, como por cuantos quieran acceder a la presidencia blanquiazul. Se esperan "otras apariciones", fundamentalmente la de Miguel Santos, cuyo significativo silencio a estas horas no permite especulaciones. Todo su entorno espera su respuesta.
