Que en la mesa de los discursos se ubicara una señorita responsable de prensa, en lugar del principal mandatario, da que pensar. ¡Poca mecha para tanta dinamita! Pocos se han creído la historia. Vivimos tiempos de mucho ateísmo. ¡Las estampitas no están de moda!. Tampoco fallar tantos goles como la Real en Elche.
Hace pocos días charlaba con un jugador internacional de los fijos en las listas de Luis Aragonés. Fue una conversación privada y como tal debo respetarla. No oculto que comentamos el asunto de Raúl. Le dije una cosa: "Si tuviese lo que hay que tener, saldría a los medios para pedir que se aparque el asunto, que dejen en paz al técnico y que se ayude al equipo". Entonces creería más en él y atajaría de raíz ese sonsonete que alcanza, incluso y lamentablemente, a las estaciones de tren cuando el grupo accede a los andenes.
Inopinadamente esta semana asistimos a un sainete corto. El futbolista no compareció solo, sino que se llevó de la mano al seleccionador quien, raudo y veloz, quiso dejar claro que no se baja los pantalones, ni siquiera cuando se quita el cinturón en los controles de los aeropuertos. La puesta en escena resultó meliflua. El coro desafinó hasta hartarse y ofrecieron una actuación poco convincente. Tan poco real que el míster aseguró sin tapujos que todo sigue igual, en tanto que el futbolista reconoció que su concurso en la Eurocopa se intuye bastante crudo.
A partir de la fecha, los raulistas seguirán machacando con su idea. Sus contrarios apoyarán el actual marco. Así los meses hasta que todo acabe. Con éste o con el siguiente entrenador. Que en la mesa de los discursos se ubicara una señorita responsable de prensa, en lugar del principal mandatario, da que pensar. ¡Poca mecha para tanta dinamita! Pocos se han creído la historia. Vivimos tiempos de mucho ateísmo. ¡Las estampitas no están de moda!
Y los cuentos, tampoco. Eizmendi compareció el jueves en su línea. Discurso breve y conocido. David Vidal hizo lo propio. Discurso largo y divertido. Los dos se dedican a lo mismo. Son entrenadores que se sientan en el banquillo y dirigen la tropa a su manera. El primero no da un titular para la prensa. El segundo necesita varias páginas. Ésa es la diversidad. Incluso, viene bien fijarse en la banda, cuando el partido ofrece fases poco entretenidas como ayer en Elche y necesitas un poquito de marcha para sacar adelante los noventa minutos. En el Martínez Valero, como todas las jornadas, "sólo" se jugaban tres puntos. Se nos escaparon dos.
Salimos de verde y amarillo. Me acordé de Castellón, pero afortunadamente el partido fue bien diferente. Tuvimos un carro de ocasiones para lograr un tanteo de escándalo, pero fallamos como las escopetas de feria. Willy hizo el resto y nos deja un sabor medio amargo. Empatar, dejar la puerta a cero y no perder el gol-average , no suena a timo.