Vuelve el balonmano de clubes al primer término de la actualidad después del éxito masculino en los Juegos Olímpicos y de la disputa del primer trofeo del año. La Supercopa se fue a las vitrinas del Barça después de forzar al Ciudad Real que ya no podrá conseguir los cinco títulos como sucediera el año pasado (Supercopa, Copa Asobal, Copa del Rey, Liga y Champions). este fin de semana comienza la liga.
La División de Honor ofrecerá otro año más una competición muy igualada con los aspirantes habituales: Ciudad Real, Barcelona, Portland San Antonio y Ademar. Tras ellos, Valladolid, CAI y Arrate, más las sorpresas habituales que pueden surgir en cualquier momento y desbaratar pronósticos. En tiempos de crisis no se han producido demasiados fichajes rimbombantes. Quizás porque en las ligas alemana y española se encuentran la mayor parte de las estrellas, lo que conlleva dificultad a la hora de contratar los jugadores decisivos en cada formación.
El Barça mira mucho a los países nórdicos. Se ha hecho con los daneses Bodsen (central) y Hansen (lateral izquierdo), dos primera líneas a los que se suma un pivote como el sueco Jernemyr. La baja más llamativa corresponde al francés Jerome Fernández. No es fácil de entender desde la distancia la situación planteada con este lateral. Ante la voluntad barcelonista de prescindir de él, Ciudad Real llegó a un acuerdo para la próxima campaña (2009-2010), circunstancia que ha precipitado el acuerdo de rescisión con unos de los jugadores más efectivos de los últimos años.
Los manchegos han fichado únicamente al galo Luc Abalo reforzando su segunda línea, el contraataque y el espectáculo. Prescinde de Masachs (San Antonio). Los navarros lo pasaron mal el pasado año. Cambian de entrenador y se deciden por un luchador como Chechu Villaldea. No disponen de su rutilante central Ivano Balic, pero seguro que progresan como equipo. Se han traído también tres jugadores del Ademar (Santi Urdiales, el meta Saric y un experto Jacobsen) junto al citado Masachs y Nikcevic que conoce la liga por disputarla con Keymare Almería.
El entrenador Jordi Ribera deja ya la selección de Brasil y concentra todas sus fuerzas en el Ademar. Ficha nacional y muy selecto. Novelle, Carou, García Vega, Ortigosa y Alamo se saben de memoria las pistas en las que competirán. No desdeña el mercado foráneo e incorpora a sus filas a Bikanic, Kos, Buntic y el gigantón ruso Chernov. Julen Aginagalde, uno de los damnificados de los criterios del seleccionador, milita en este grupo. Le dejaron injustamente en la puerta de Beijing. Luchará seguro por superarse y convencer al próximo técnico. Le corresponde un sitio entre los elegidos.
Juan Carlos Pastor, con el sabor del bronce en Beijing, vuelve al banquillo de su equipo en Valladolid para pensar sólo en sus hombres y abstraerse del entorno que discutía su doble dedicación. Confía en la mayor parte de sus jugadores, por lo que el vestuario apenas cambia. Krivocapic y Tvedten, el buen extremo de Naturhouse Rioja, tratarán de adaptarse al sistema peculiar del juego pucelano.
El Arrate se consolida como equipo y su principal apuesta corresponde al banquillo. Julián Ruiz ocupa la plaza de Victor Debre. Iker Serrano y Marc García (Almería) constituyen dos de las tres caras nuevas del plantel eibarrés. La mayor incógnita corresponderá al rendimiento del pivote Beljanski, encargado junto a Iker Serrano, de hacer olvidar al argentino Carou, cuyo rendimiento ha sido muy positivo en los últimos años.
Los demás equipos seguirán caminos similares. Debe ser el año de la consolidación de conjuntos como Naturhouse Rioja y Antequera, muy apoyados por sus seguidores. El CAI europeo no termina de dar el paso de calidad para apostar por retos más ambiciosos. Granollers y Torrevieja son clásicos en la categoría y deben mirar más hacia arriba que hacia los puestos de conflicto entre los que situarán los dos equipos gallegos, Octavio y Teucro, así como los recién ascendidos Cuenca y Alcobendas y Almería, repescado al final con muchos apuros y un plantel escaso para las exigencias.