La visita del Alavés a Anoeta no me motiva especialmente. En esto coincido de lleno con el técnico realista. No me olvido del último partido en Mendizorroza porque allí certificamos seguir en la categoría de plata, cuando tuvimos en la mano el oro anhelado. Pero de ahí, a entender el partido de esta tarde como una oportunidad de "vendetta", va un tramo tan largo que apenas se percibe.
Lo prioritario de esta cita sabatina es comprobar cómo resuelve el equipo la ausencia de Xabi Prieto y cuáles son los caminos y estrategias con los que derrotar a un once cuyo contenido real tampoco adivino claro. La presencia de dos expertos y coriáceos Astudillo y Garitano en la zona de mando advierte de las dificultades con las que se van a encontrar los realistas.
El equipo de Lillo, pese a ello, parece bendecido en las primeras jornadas. No conoce la derrota, no ha encajado un gol en su campo y lejos de su feudo ha sacado dos empates, remontando ante conjuntos de talla como Zaragoza y Hércules. Incluso, en Alicante, si no llega a ser por la poco plausible actuación arbitral de Hernández Hernández, se hubiese llevado los tres puntos y lideraría sin compañía la clasificación de la liga. Hoy por hoy, ese el objetivo prioritario. Sumar y sumar.
En medio del día a día deportivo, el comité de empresa emitió anoche un comunicado desmintiendo una vez más las afirmaciones que desde el consejo se realizan en torno al ERE (Expediente de regulación de empleo) y a las reuniones entre las partes que lejos de encontrar caminos de solución y respeto a las personas afectadas, se pierde en recovecos de mal gusto, impropios de una entidad que siempre ha merecido respeto por su comportamiento.