Iñaki de MujikaEl anuncio que Lance Armstrong hace de volver a la competición profesional está ofreciendo un caudal de opiniones que abarcan todo el abanico de posibilidades. Las últimas traen la firma de Jean Marie Leblanc, el jefe del Tour de Francia entre 1989 y 2006. En un editorial publicado en la revista "Velo Star de l’Amicale du cyclisme" en la que es presidente delegado, le escribe una carta en la que se lee:
"Estamos dispuestos a acogerte en L’Amicale, un día u otro. Pero he aquí que nuestra sorpresa t consternación se produce en septiembre cuando anuncias tu vuelta a la competición, aquella que abandonaste en 2005 con siete victorias en el Tour y el reconocimiento de todos".
Leblanc ironiza sobre las razones que llevan a Armstrong a volver: " Parece que deseas recaudar fondos para la fundación de la lucha contra el cáncer. Loable intención, pero me pregunto si es necesario para mantener la tarifa de tus conferencias en Estados Unidos volver a vestir un maillot y las zapatillas. ¿Por la competencia?. Se dice que las victorias de tus sucesores y antiguos rivales -Pereiro, Contador, Sastre- te han impresionado tan poco que, incluso a los 37 años, la competición no te parece insuperable. Esto lo podemos comprender.
Leblanc continua con un alegato en relación al dopaje: "Pero, Lance, suponiendo que seas competitivo en 2009 -lo que es muy posible-existe un pequeño problema que nos preocupa: son los efectos colaterales que tu vuelta traerá a la imagen del ciclismo. Nosotros, los antiguos corredores, tuvimos generalmente estima y respeto por los ganadores. Sin embargo, no sucede lo mismo con el público y sobre todo con los medios que inspirará en el futuro una pesada sospecha respecto a ti. La jauría se va a desbocar; las columnas, a llenarse; las imágenes, a repetirse. Los debates se multiplicarán alrededor de una palabra que mortifica nuestra pasión desde hace diez años: el dopaje".
El patrón del Tour despide la carta diciendo: "Si tu quieres al ciclismo, Lance, cosa que no dudamos, haznos el favor de meditar esta vieja y sabia máxima que dice: A veces, lo mejor es enemigo del bien".
Paralelamente, Gerard Dine, profesor de biotecnología de la Escuela Central de París ha llegado a insinuar que "un arsenal de productos dopantes" acompañará el retorno de Armstrong. Es en el diario italiano Gazzetta dello Sport, donde se recogen estas afirmaciones: "Estoy seguro que ganará su octavo Tour de Francia, pero lo hará gracias a una ingente cantidad de productos prohibidos. Ha estado diez años eludiendo los controles y se habrá cuidado de poder seguir haciéndolo. Él siempre ha blindado su perfil médico y en su regreso volverá a estar protegido por un séquito de médicos del más alto nivel para que pueda seguir esquivando los controles, pero esto sólo se podría hacer con un verdadero pasaporte biológico".
Armstrong, por tanto, no cuenta con todo el campo lleno de oréganos para volver a Francia, el país de sus mayores éxitos. Desde allí precisamente provienen las dudas y los ataques. El tejano quiere iniciar la competición en Australia, pero desde que inició sus análisis para obtener el pasaporte biológico no ha transcurrido el tiempo necesario para debutar en aquellas tierras. La UCI pronunciará la última palabra.
