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Occi, el entrañable barrio viejo de Girona

El barrio viejo de Girona guarda rincones entrañables. Desde los puentes sobre el Río Oñar se pierde la vista en las casas mil veces fotografiadas y plasmadas en las guías turísticas. Pero las calles y plazuelas peatonalizadas permiten disfrutar del silencio de los viejos edificios y de la gente que pasea sin prisas, feliz con el entorno. Un poco más en lo alto se levanta la Catedral y, a su lado, sin querer ser menos, yergue su torre al cielo Sant Feliú.

Ramón de Quintana y Eva su esposa me rescataron del hotel, después del 0-0, para enseñarme aquello de lo que se sienten más orgullosos. No se trataba de cenar a lo bestia, sino de sentarnos y hablar tranquilamente de nuestras cosas. Dije muchas veces que en cada sitio debes dejarte llevar y disfrutar de aquello que tú por ti mismo jamás descubrirías.

A Ramón le apetecía despedirse del fútbol en el equipo de su ciudad. No ha sido posible porque la palabra respeto y sentimientos no se conjugan en este deporte. Pero su trayectoria profesional queda ahí después de tantos años de comportamiento intachable como defensa. De esas y de otras muchas realidades hablamos en una mesa del número 5 de la Calle Mercaders.

El restaurante se llama "Occi". Predomina el negro como color de compañía. No es grande. Está lleno y lo primero que escribo destaca un servicio agradable. Muy agradable. Me gusta destacar este concepto porque se están perdiendo las buenas costumbres y la atención. Nos dejamos recomendar y asesorar, porque el chico joven que nos atendió ofrecía confianza.

Menú de picoteo. Una atención de la casa abrió boca. Minimalista cuchara de queso azul, anchoa y mango. Terrina de foie con su amanida de compañía. Exquisito plato de rossinyols que los comensales admiramos. Lo mismo que una plural tabla de quesos, muy valorada por la clientela. El lugar responde claramente a la cocina de autor. Una emulsión de huevos y gulas termina convirtiéndose en un revuelto que no termina de convencer. El postre lo determinó un bizcocho borracho sobre naranjas.

No quisiera olvidarme del vino. En esto se ha progresado tanto que todas las tierras cuidan su producto. La compañía nos llegó a través de un tinto del Ampurdán. "Io", así de simple el nombre. Es un cuidado producto de la joven Bodega Masia Serra (Cantallops). Muy rico y voluptuoso, color cereza y ribetes granate.

Sólo yo tomé café. La copa la compartimos en su domicilio, la casa en la que con su hijo Marc inician su nuevo proyecto de vida. Al chaval, que también es futbolista, le llevé una equipación de la Real Sociedad. ¡Qué menos!, cuando uno es invitado. Y luego dicen que los catalanes son de puño cerrado. Pues, no.

Datos de la ubicación

Occi Restaurante

Mercaders 5,, 

Girona, 17001

Tel: 972 227154

 

                                                                                               

Iñaki de Mujika